LA JUNTA AVANZA EN LA REVISIÓN DE TRÁMITES AMBIENTALES QUE RALENTIZAN LA NUEVA INDUSTRIA

Campo de Gibraltar

LA JUNTA AVANZA EN LA REVISIÓN DE TRÁMITES AMBIENTALES QUE RALENTIZAN LA NUEVA INDUSTRIA

Campo de Gibraltar

La Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible está avanzando en la revisión de la legislación ambiental de Andalucía y su alineamiento con la normativa nacional en materia de evaluación ambiental. El objetivo de este trabajo, cuya principal conclusión es que la legislación andaluza es más restrictiva y compleja administrativamente, es mejorar la eficiencia y agilidad de la administración ambiental en las cuestiones que son competencia de la Junta de Andalucía, apostando por la estandarización de las exigencias a nivel andaluz, nacional y europeo.

La importancia de la agilidad administrativa en cuestiones medioambientales radica en el hecho de que, si no se actúa con celeridad, se corre el riesgo de incurrir en una desprotección del entorno.

La legislación ambiental andaluza es clave en el proceso de reactivación económica y de impulso a nuevas actuaciones industriales, ya que la puesta en marcha de gran parte de la actividad productiva debe someterse a una evaluación ambiental previa. Por tanto, esta iniciativa que está poniendo en marcha el Gobierno autonómico contribuirá a la recuperación económica de la comunidad autónoma facilitando la actividad productiva a emprendedores y empresas que, gracias a la simplificación de los trámites y la reducción de cargas administrativas, apuesten por poner en marcha proyectos sostenibles.

Estas iniciativas deberán cumplir escrupulosamente con la normativa en vigor dirigida a garantizar la protección del medio ambiente, avanzando así en una vía de generación de riqueza compatible con el máximo respeto al entorno natural.

El riguroso y detallado análisis realizado servirá de punto de partida al Gobierno andaluz para proponer mejoras encaminadas a salvar obstáculos y reducir cargas derivadas de la normativa actual que aporten seguridad jurídica a los promotores de proyectos empresariales industriales, al tiempo que se continúa velando por la debida protección ambiental con la misma intensidad que hasta ahora.

De hecho, tras esta primera fase de estudio, la Consejería solicitará la colaboración de los colegios profesionales de titulados en ciencias ambientales, biología, ingeniería de montes o ingeniería técnica forestal e ingeniería industrial, entre otros colectivos, como asesores del Gobierno andaluz sobre las cuestiones que, a su criterio, deberían mantenerse intactas y las que podrían ser objeto de modificación.

Esta apuesta por la mejora de la eficiencia administrativa de los trámites ambientales entronca con la Revolución Verde que está poniendo en marcha el Ejecutivo andaluz como motor del proceso de reactivación y recuperación económica a través de actividades sostenibles.

Trámites más complejos en Andalucía

En concreto, se han analizado los instrumentos de prevención y evaluación que se aplican, los requisitos impuestos y los trámites establecidos para cada una de las actuaciones y actividades sometidas, por un lado, a la Ley de Gestión Integrada de la Calidad Ambiental de Andalucía (Ley GICA) de2007, y por otro, a la Ley de Evaluación Ambiental nacional de 2013.

Entre otras conclusiones, se ha detectado que, de forma general, el plazo de información pública de las Autorizaciones Ambientales Integradas (AAI) y Evaluaciones de Impacto Ambiental (EIA) en Andalucía (45 días hábiles) supera en un 50% el período mínimo establecido en el Real Decreto Legislativo de ámbito nacional (30 días hábiles).

Además, existen actividades sometidas a Evaluación de Impacto Ambiental en Andalucía que no se encuentran entre las citadas por la normativa estatal como, por ejemplo, la construcción de un centro residencial de mayores en suelo no urbanizable, y, en algunos casos, la legislación de evaluación ambiental andaluza impone umbrales más bajos para someterse a EIA.

FORESTAR LA INDUSTRIA ANDALUZA

Puerto - Industria

FORESTAR LA INDUSTRIA ANDALUZA

Por Daniel Molleja

La crisis de COVID-19 aparentemente proporciona una visión repentina de un mundo futuro, en el que lo digital se ha convertido en el centro de cada interacción, obligando a las organizaciones y a los individuos a avanzar más en la curva de adopción casi de la noche a la mañana.

Un mundo en el que los canales digitales se convierten en el modelo principal (y, en algunos casos, el único) de compromiso con el cliente, y donde los procesos automatizados se convierten en el principal impulsor de la productividad, con base en cadenas de suministro flexibles, transparentes y estables.

Nuevos horizontes

Un mundo en el que las formas ágiles de trabajo son un requisito previo para cumplir con los cambios aparentemente diarios en el comportamiento del cliente. Si se puede encontrar un lado positivo, podría estar en las barreras que caen a la improvisación y la experimentación que han surgido entre clientes, mercados, reguladores y organizaciones.

En este momento único, las empresas pueden aprender y progresar más rápido que nunca. Las formas en que aprenden y se adaptan a la crisis de hoy influirán profundamente en su desempeño en el mundo cambiado del mañana, brindando la oportunidad de gozar de una mayor agilidad, así como establecer lazos más estrechos con los clientes, empleados y proveedores.

Puerto - Industria

Estas pautas de conducta también hacen que muchas empresas intensifiquen o abran nuevos horizontes en términos de mercados y regiones en el mundo donde operar. Este proceso de internacionalización arrancó de manera mas intensa como consecuencia de la crisis de 2.007, que impulso por primera vez de forma acusada a la PYME andaluza a explorar nuevos horizontes.

Nuevo modelo

El momento actual cambia paradigmas previos y se entra en una etapa que podríamos calificar de disruptiva, por cuanto la tecnología se ha convertido en eje vertebrador de las actividades y esto supone de facto la desaparición de distancias en muchos aspectos. Ahora bien, como todo proceso debe seguir un orden y adoptar protocolos que busquen minimizar riesgos, abandonado la improvisación que tanto nos ha caracterizado en este tipo de acciones. 

El cambio de modelo energético complementado por la fuerte conciencia ambiental supone un reto para la industria andaluza, pero también supone una gran oportunidad, ya que seguir la estela de otros que hicieron cosas antes no supone reducir distancias ni crear riqueza. Seguir una disciplina de trabajo apoyada en las áreas de conocimiento necesarias y multidisciplinares que abran mercados y generen negocio.

La base está en los momentos de ruptura como el actual, donde los sectores señalados sí proporcionan verdaderas oportunidades de competir en una carrera nueva. Además, la globalización pura va a dar paso a la regionalización por cuanto la tensión en cadena de suministro de larga distancia va a dar paso a sistemas más multilaterales y de menor radio, buscado robustez armonizada con factores ambientales.

Y al igual que ocurre con otros retos que plantea el futuro, los modelos exigen una mayor colaboración entre compañías, tanto a nivel regional como internacional, apoyado por la tecnología y por la capacidad de complementar fortalezas. Este modelo de agregación es más eficiente que el empleado hasta la fecha.

Nuevas políticas

Pero hay factores que no son exclusivamente endémicos de la industria, sino que hace falta crear un marco legal óptimo que estimule la internacionalización, y a su vez la entrada de inversión extranjera.

Lamentablemente, esto no ha sido correctamente enfocado al emplear subvenciones o subsidios. No es esta la vía, sino por el contrario se precisan de políticas fiscales que indexen beneficios tributarios a la capacidad exportadora, de creación de empleo o mejoras ambientales. Y aun más importante es el estimular el emprendimiento, creando amplias masas de iniciativas, que precisan tarifas progresivas en los primeros años de existencia de las empresas, tanto en materia fiscal como de seguridad social, el objetivo debe ser ayudar a “sembrar arboles y protegerlos” hasta que tengan fuerza propia, solo sembrando gran cantidad de arboles, un día tendremos “bosques en la industria andaluza”.

 

* Daniel Molleja es abogado y consultor en comercio internacional.