DUDAS Y RETOS DE LA LEY PARA EL AVANCE DE LA CIENCIA, LA TECNOLOGÍA Y LA INNOVACIÓN EN ANDALUCÍA (LEY ACTIVA)

La reciente aprobación del inicio de la tramitación de la Ley para el Avance de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación en Andalucía (Ley Activa) por parte de la Junta de Andalucía plantea importantes interrogantes sobre su viabilidad y eficacia en el contexto actual.

¿Llegará a buen puerto en esta legislatura?

Aunque la propuesta de esta ley contiene elementos clave para actualizar el marco normativo de la investigación y la innovación en Andalucía, el tiempo juega en su contra. Con una legislatura que avanza rápidamente hacia su final y teniendo en cuenta la complejidad y la lentitud inherentes a la tramitación de una norma de estas características, resulta lógico cuestionarse si llegará a convertirse en una realidad antes de las próximas elecciones.

Además, el proceso requiere la consulta y aprobación de diversos órganos, así como el debate parlamentario, lo que podría extenderse más allá del calendario político actual.

¿Un nuevo impulso o un sumidero de recursos?

Más allá de las dudas sobre su viabilidad temporal, la Ley Activa enfrenta una crítica fundamental: su capacidad real para fomentar una innovación efectiva y cercana al mercado. Si la norma no incluye medidas concretas para potenciar la participación de las pequeñas y medianas empresas (PYMES), podría convertirse en otro sumidero de recursos públicos destinados principalmente a las universidades.

Aunque las universidades son actores esenciales en el sistema de conocimiento, su investigación no siempre está alineada con las necesidades inmediatas del mercado. En cambio, las PYMES, con su enfoque práctico y ágil, son quienes lideran la aplicación de la investigación en proyectos con impacto directo en la economía y la sociedad. Por ello, es imprescindible que la Ley Activa:

  1. Aumente la financiación para las PYMES: Proporcionando incentivos específicos y aumentando el porcentaje de financiación para proyectos liderados por pequeñas y medianas empresas.
  2. Fomente colaboraciones equilibradas: Diseñando mecanismos que permitan a las PYMES liderar iniciativas de I+D+I en colaboración con universidades y otros agentes del conocimiento.
  3. Establezca objetivos medibles: Garantizando que los recursos invertidos se traduzcan en resultados tangibles aplicables al mercado.

Una oportunidad para el desarrollo real

Desde Más Industria, creemos que la Ley Activa tiene el potencial de marcar un antes y un después en el ecosistema de innovación de Andalucía. Sin embargo, para que esto ocurra, es esencial que las PYMES, como motor del desarrollo cercano al mercado, reciban el respaldo necesario para desempeñar un papel protagonista.

Estaremos atentos a la evolución de esta normativa y seguiremos abogando por un modelo de innovación que combine el rigor científico con la aplicabilidad práctica, asegurando que Andalucía avance de manera sostenible y competitiva en el panorama nacional e internacional.