NUEVA LEY DE INDUSTRIA Y AUTONOMÍA ESTRATÉGICA: UN PASO CLAVE PARA EL SECTOR INDUSTRIAL ESPAÑOL

El pasado 10 de diciembre, el Consejo de Ministros aprobó el proyecto de Ley de Industria y Autonomía Estratégica, un marco normativo que busca fortalecer la competitividad y resiliencia de la industria española. Este proyecto se alinea con los objetivos europeos de descarbonización, transformación digital y autonomía estratégica, y establece las bases de coordinación entre administraciones públicas para promover un sector industrial moderno y sostenible.

Objetivos principales de la Ley

Esta nueva normativa tiene como metas fundamentales:

  1. Incrementar el peso de la industria en la economía y el empleo español.
  2. Garantizar la libertad de establecimiento y la unidad de mercado.
  3. Promover la seguridad y calidad industriales.
  4. Impulsar la autonomía estratégica y el talento industrial.
  5. Fomentar la descarbonización y la transformación digital hacia una industria de cero emisiones netas para 2050.

Estructura y Gobernanza

Para asegurar una implementación eficaz, la Ley establece varios instrumentos de gobernanza:

  • Estrategia España de la Industria y Autonomía Estratégica, que definirá las directrices básicas de la política industrial.
  • Plan Estatal de Industria y Autonomía Estratégica (PIAE), con programas trianuales para mejorar la competitividad, la digitalización y la innovación.
  • Creación de nuevos órganos consultivos, como el Consejo Estatal de Política Industrial (CEPI) y el Foro de Alto Nivel de la Industria Española.

Protección especial a la industria intensiva en energía

Uno de los puntos más destacados de esta ley es el reconocimiento de una especial protección a las industrias intensivas en energía, como las que dependen de electricidad o gas. Estas medidas incluyen:

  • Apoyo a la descarbonización y transición energética, mediante la obligación de disponer de planes de eficiencia energética y transición ecológica.
  • Facilitación de contratos bilaterales y acceso a ayudas públicas.
  • Simplificación administrativa para agilizar la inversión industrial.

Nuevas herramientas para grandes proyectos industriales

La Ley introduce herramientas innovadoras para atraer y consolidar grandes proyectos industriales:

  • Proyectos Estratégicos para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE), que se extenderán más allá del Plan de Recuperación actual.
  • Reserva Estratégica de Capacidades Nacionales de Producción Industrial (RECAPI), un fondo para movilizar capacidades productivas en situaciones críticas.

Fomentando un entorno favorable para las pymes

La normativa subraya la importancia de crear un entorno favorable para las pequeñas y medianas empresas (pymes), facilitando su adaptación a los cambios estructurales y potenciando su integración en ecosistemas industriales estratégicos. Además, se prevé la concesión de ayudas sin concurrencia competitiva para proyectos alineados con los objetivos de la Ley.

Infracciones y sanciones

La Ley también regula un régimen de infracciones y sanciones para garantizar el cumplimiento de las normativas industriales:

  • Infracciones leves: multas de hasta 60.000€.
  • Infracciones graves: multas de hasta 6 millones de euros.
  • Infracciones muy graves: multas de hasta 100 millones de euros.

Un paso hacia el futuro industrial de España

Desde Más Industria, celebramos la aprobación de este proyecto de la Ley de Industria y Autonomía Estratégica como un avance significativo para consolidar una industria española más competitiva, resiliente y alineada con los objetivos climáticos y digitales. Seguiremos atentos a su desarrollo y al impacto que estas medidas puedan generar en el tejido productivo de nuestro país.

LA PRODUCTIVIDAD INDUSTRIAL EN ANDALUCÍA: UN RETO CLAVE PARA EL FUTURO

productividad industrial andalucía

El reciente informe del Consejo General de Economistas pone de manifiesto la preocupante situación de la productividad industrial en Andalucía. De forma general, es preocupante la situación en España y en sus comunidades autónomas, situando a Andalucía entre las regiones con menor rendimiento en términos de productividad laboral. Frente a una Unión Europea que avanza a un ritmo medio anual del 0,8%, España apenas alcanza un crecimiento del 0,4% en la última década, y Andalucía se encuentra entre las comunidades que más necesitan impulsar su eficiencia productiva.

Andalucía: una posición desafiante

Según el informe, mientras comunidades como Madrid, País Vasco y Navarra alcanzan o superan los niveles medios de productividad de la UE, Andalucía, junto con otras regiones como Extremadura y Canarias, muestra registros preocupantemente bajos. Este escenario refuerza la necesidad de estrategias específicas para dinamizar el sector industrial andaluz. Ya que este es considerado uno de los motores clave para elevar los niveles de eficiencia productiva.

El rol del sector industrial

El informe destaca que las actividades industriales son, junto con las financieras, inmobiliarias y de tecnología de la información, las más eficientes en términos de productividad. En este contexto, Andalucía cuenta con un potencial significativo para aprovechar su tejido industrial, siempre que se aborden barreras estructurales como el tamaño reducido de muchas empresas, la necesidad de mayor inversión tecnológica y la mejora de la calidad del empleo.

Factores determinantes y oportunidades

El informe señala varios factores críticos que influyen en los niveles de productividad regionales, entre ellos:

  1. Estructura productiva y ocupacional: Andalucía necesita diversificar su estructura productiva, apostando por sectores de alto valor añadido.
  2. Esfuerzo tecnológico: Incrementar la inversión en tecnología es crucial para cerrar la brecha con las regiones europeas más avanzadas.
  3. Tamaño empresarial: Fomentar la colaboración entre empresas y la integración en redes de valor global puede ayudar a las pymes andaluzas a competir en mercados internacionales.
  4. Capital humano: Mejorar la formación y cualificación de la fuerza laboral es indispensable para adaptarse a las demandas de la industria 4.0.

Propuestas para Andalucía

Desde Más Industria, subrayamos la necesidad de implementar medidas concretas para revertir esta situación y potenciar la productividad en Andalucía:

  • Incentivos fiscales y financieros para promover la inversión en tecnología y la modernización de infraestructuras industriales.
  • Programas de formación especializados, enfocados en tecnologías emergentes y habilidades digitales.
  • Fomento de la colaboración público-privada para desarrollar proyectos tractores en sectores estratégicos como el energético, aeroespacial y agroindustrial.
  • Refuerzo de la internacionalización, apoyando a las empresas en su acceso a mercados globales y en la creación de redes de valor europeas.

Una visión hacia el futuro

La productividad no es solo una métrica económica, sino un indicador del bienestar y la competitividad de una región. Para Andalucía, mejorar sus niveles de productividad es fundamental para reducir las desigualdades, atraer inversión y garantizar un desarrollo sostenible a largo plazo.

En Más Industria reafirmamos nuestro compromiso con el análisis y la difusión de iniciativas que impulsen el crecimiento económico en nuestra comunidad. Invitamos a nuestros lectores a reflexionar sobre este informe y a colaborar en la construcción de un futuro en la productividad industrial de Andalucía más eficiente y competitivo.

UN NUEVO IMPULSO PARA LA INDUSTRIA ANDALUZA

nuevos avales industria

La reciente apertura de una nueva línea de avales por parte de la Junta de Andalucía para facilitar el acceso a la financiación de las pymes y autónomos del sector industrial es una excelente noticia para el futuro de nuestra economía. En un contexto donde las barreras financieras han sido un obstáculo recurrente para el desarrollo de nuestros negocios, esta iniciativa representa una bocanada de aire fresco para muchas pequeñas y medianas empresas que, hasta ahora, se veían limitadas en su capacidad de inversión.

Desde Más Industria, creemos firmemente que el desarrollo industrial es el motor del progreso económico de nuestra región. Esta medida, que cubre tanto las necesidades de circulante como las de inversión, permitirá que nuestras empresas puedan consolidarse, crecer y, lo más importante, competir en un entorno global cada vez más exigente. La subvención para la reducción de costes de financiación es especialmente relevante en un momento en el que los pequeños negocios se enfrentan a la inflación y a la volatilidad de los mercados. Poder acceder a avales y garantías financieras sin los obstáculos de antaño es fundamental para liberar el potencial de innovación, digitalización y sostenibilidad en Andalucía.

Los nuevos avales para la industria: Una esperanza para el futuro

Además, este paso no solo facilita el presente, sino que también allana el camino hacia un futuro más sostenible y competitivo. La apuesta por proyectos vinculados a la digitalización y la sostenibilidad es una clara señal de que la industria andaluza no solo quiere sobrevivir, sino liderar. Las empresas que adopten estas medidas tendrán una ventaja estratégica en los próximos años, mejorando no solo su capacidad productiva, sino también su resiliencia frente a futuros retos económicos y medioambientales.

Desde nuestra asociación, vemos en esta línea de avales una oportunidad histórica para que la industria andaluza recupere su protagonismo en el mapa nacional e internacional. La colaboración público-privada que se está fomentando con este tipo de iniciativas demuestra que el trabajo conjunto es la clave para un desarrollo industrial robusto y duradero.

En Más Industria seguiremos trabajando para que este tipo de iniciativas continúen, apoyando a nuestras empresas, impulsando la innovación y fomentando un modelo de desarrollo que ponga a Andalucía en el lugar que le corresponde: a la vanguardia de la industria del futuro.

LA PRODUCCIÓN INDUSTRIAL EN ESPAÑA: UN INDICIO DE RECUPERACIÓN COMO OPORTUNIDAD PARA ANDALUCÍA

La noticia de que la producción industrial en España ha crecido un 4,4% en julio de 2024 es un respiro alentador para el sector, especialmente tras varios meses de incertidumbre económica. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), este repunte se debe principalmente al aumento en la producción de bienes de consumo no duradero, bienes intermedios y bienes de consumo duradero, con crecimientos del 8,3%, 6,6% y 2,8% respectivamente. Este avance marca un retorno a las tasas interanuales positivas después de que en junio la producción industrial sufriera un retroceso del 4,3%.

Si bien es una señal positiva para España, es fundamental que Andalucía, como una de las regiones con mayor potencial industrial del país, aproveche este momento de recuperación para reforzar su tejido productivo y convertirse en un motor clave de la economía española.

Un sector industrial diversificado es clave

El aumento de la producción de bienes de consumo no duradero e intermedios destaca la importancia de mantener una industria diversificada. Andalucía tiene una ventaja geográfica clave para convertirse en un hub logístico e industrial de gran impacto, sobre todo en sectores estratégicos como la agroindustria, las energías renovables y la industria aeronáutica. No obstante, este crecimiento debe gestionarse con una estrategia de largo plazo que incluya la digitalización, la sostenibilidad y la innovación.

El contexto de crecimiento que observamos en España en julio no debe tomarse a la ligera. A pesar de este repunte, la producción industrial corregida de efectos estacionales ha disminuido un 0,4% respecto al mes anterior, lo que indica que, aunque se han dado avances, la estabilidad del sector aún es frágil y está sujeta a variaciones. Por tanto, es esencial que Andalucía impulse políticas y medidas que protejan y estimulen el desarrollo industrial de la región.

La digitalización y sostenibilidad: pilares para un desarrollo sostenible

Uno de los grandes desafíos para el sector industrial andaluz es adoptar nuevas tecnologías que impulsen la competitividad y el desarrollo sostenible. Mientras que el aumento en la producción de bienes de consumo no duradero puede indicar una recuperación del consumo a corto plazo, debemos apostar por sectores de mayor valor añadido que incorporen la digitalización en sus procesos productivos.

El crecimiento de la producción de bienes intermedios (+6,6%) también señala la importancia de las industrias que suministran componentes a otros sectores productivos, un campo donde Andalucía puede destacar gracias a su capacidad de atraer inversión extranjera, mano de obra cualificada y sus capacidades logísticas. El sector agroalimentario, que constituye una parte fundamental de la economía andaluza, puede verse beneficiado por estas tendencias si incorpora tecnologías que permitan mejorar la eficiencia y sostenibilidad de los procesos productivos.

El papel del gobierno y el sector privado

Para consolidar esta recuperación industrial, es necesario que el gobierno andaluz, junto con el sector privado, trabaje de la mano en el diseño de políticas que favorezcan la inversión en innovación, capacitación de la mano de obra y la transición energética. Los incentivos fiscales, la simplificación burocrática y el apoyo a pymes industriales deben ser parte integral de esta estrategia para hacer de Andalucía un referente de la industria nacional.

Este impulso también debe ir acompañado de una infraestructura adecuada que facilite el transporte de bienes y materias primas dentro y fuera de la región. El crecimiento de los bienes de consumo duradero (+2,8%) y de equipo (+0,9%) muestra que existe una demanda interna en expansión que Andalucía debe aprovechar, tanto para el consumo nacional como para la exportación, aprovechando su proximidad a mercados europeos y africanos.

Por tanto, la subida de la producción industrial en julio de 2024 es un buen augurio para la economía española en su conjunto, y una oportunidad crucial para Andalucía. En un momento en que los mercados se muestran volátiles y las perspectivas globales son inciertas, la región debe apostar por un modelo industrial que integre la sostenibilidad, la digitalización y la diversificación. Solo así podrá consolidar su papel como motor industrial y económico en el sur de Europa, asegurando un desarrollo inclusivo y duradero para sus ciudadanos.

El crecimiento industrial de España debe verse como una señal de lo que es posible lograr con una estrategia coherente y sostenible. Ahora es el momento para que Andalucía, una tierra rica en recursos y oportunidades, lidere con fuerza esta nueva etapa de la industria española.

LA MINERÍA ANDALUZA: UN PILAR ESTRATÉGICO PARA EL FUTURO INDUSTRIAL DE ANDALUCÍA

minería andaluza

Desde Más Industria, una Asociación de la Sociedad Civil para impulsar el desarrollo industrial de Andalucía, observamos con optimismo las recientes propuestas para fortalecer la marca de la minería andaluza. Este enfoque estratégico no solo es clave para posicionar a Andalucía como un actor relevante en el sector minero europeo, sino que también refuerza el papel de la industria como motor económico de la región. La creación de una marca sólida que promueva nuestra capacidad minera es un paso imprescindible para atraer inversiones y talento cualificado. Esto será un factor fundamental en el futuro industrial de Andalucía, cuyo desarrollo no puede depender únicamente del turismo y la cultura.

En un momento de transición energética global y de creciente demanda de minerales estratégicos, la minería andaluza se encuentra en una posición única. Contamos con una abundancia de recursos esenciales como cobre, níquel, litio y tierras raras, todos ellos cruciales para el desarrollo de tecnologías sostenibles como las baterías, las turbinas eólicas y los coches eléctricos. Pero no podemos quedarnos ahí: necesitamos una estrategia que integre a nuestra minería dentro de un ecosistema industrial más amplio y que la proyecte como una actividad avanzada y tecnológicamente desarrollada.

La iniciativa de crear una marca regional del sector minero no es solo un ejercicio de marketing. Implica cambiar la narrativa obsoleta que todavía asocia la minería con altos impactos ambientales y empleos de baja calidad. La minería moderna andaluza, siguiendo estrictas normativas ambientales y utilizando tecnologías de vanguardia, debe ser percibida como una industria generadora de empleo de alto valor añadido, que contribuye directamente a la transición hacia una economía de bajas emisiones de carbono.

Cómo fortalecer la minería andaluza

Además, la propuesta de que Andalucía sea considerada una jurisdicción minera independiente en clasificaciones internacionales como la del Instituto Fraser representa una excelente oportunidad para incrementar nuestra visibilidad en los mercados internacionales. Esta distinción no solo mejoraría el atractivo de nuestra región frente a posibles inversores, sino que también fortalecería el sector industrial local al impulsar proyectos de alto impacto tecnológico.

El desarrollo de una ventanilla única para la minería y la mejora en la eficiencia regulatoria son aspectos que desde Más Industria también consideramos urgentes. La simplificación y agilización de los procesos administrativos, especialmente en lo que respecta a la evaluación de nuevos proyectos, son fundamentales para que Andalucía pueda competir a nivel global. Solo con una estructura administrativa eficaz podremos captar inversiones que impulsen tanto el sector minero como el conjunto de nuestra economía.

Andalucía no solo tiene un pasado minero rico, sino que su futuro también puede estar cimentado en su capacidad de adaptarse a las demandas globales de una industria en transformación. Pero esto no se logrará sin una apuesta decidida por el impulso tecnológico, la sostenibilidad y la mejora en las condiciones laborales y sociales que la industria puede ofrecer. Es por ello que desde Más Industria hacemos un llamamiento a todos los actores implicados, desde las administraciones públicas hasta las empresas del sector, para que se unan en el objetivo común de consolidar a Andalucía como un referente mundial en minería sostenible y de alta tecnología.

La diversificación de nuestra economía pasa por una visión integral donde la industria, y en particular la minería, sea reconocida no solo por su valor extractivo, sino como una fuente de innovación, empleo y desarrollo sostenible. Con una estrategia adecuada, Andalucía no solo podrá mantener su liderazgo en el sector minero nacional, sino que también podrá proyectarse como una potencia industrial en el escenario europeo e internacional.

Este es el momento de apostar decididamente por una industria que puede y debe ser uno de los pilares fundamentales del futuro económico de nuestra región.

Fuente: Agencia EFE

ANDALUCÍA, UN FARO INDUSTRIAL EN EL HORIZONTE ESPAÑOL

aumento facturación industrial

La reciente noticia que destaca el notable aumento del 10,4% en la facturación industrial en Andalucía durante el primer semestre de 2024 en contraste con la caída del 0,7% a nivel nacional es una clara señal de que nuestra región está trazando su propio camino hacia un futuro industrial más robusto y dinámico. Este avance, liderado por una política industrial proactiva, posiciona a Andalucía como un destino clave para la inversión y un ejemplo de cómo una estrategia coherente puede marcar la diferencia.

Sin embargo, aunque estas cifras parecen prometedoras, la verdadera prueba de su impacto se verá cuando desde Más Industria publiquemos la actualización de los diez ratios clave de la industria andaluza. Esta actualización proporcionará indicadores objetivos que permitirán evaluar si esta tendencia realmente se traduce en un crecimiento sólido o si los datos han sido maquillados por la retórica política. Solo con una visión integral de todos los ratios, y no enfocándonos de manera separada en aquellos que resulten más favorables para los gobernantes, podremos determinar con precisión el estado real de la industria andaluza.

El crecimiento industrial no es casualidad; es fruto de la visión y la planificación. Bajo el liderazgo del consejero de Industria, Energía y Minas, Jorge Paradela, y en colaboración con actores privados, la Junta de Andalucía ha impulsado políticas que fomentan la inversión, generando confianza en sectores tan diversos como el aeronáutico, el energético y el tecnológico. La inversión de 22.000 millones de euros en solo dos años es un indicador contundente de que el modelo andaluz funciona, y más aún, que está destinado a crecer.

El caso del sector aeronáutico, que ha crecido a tasas superiores al 15% en los últimos dos años, es un excelente ejemplo de cómo la región ha sido capaz de reinventarse, atrayendo inversiones estratégicas y desarrollando capacidades tecnológicas que no solo generan empleo, sino que también posicionan a Andalucía como un nodo clave en la cadena de valor global.

Además, la inclusión de Andalucía en el Fondo de Transición Justa de la Unión Europea refuerza la idea de que la región está preparada para liderar en sectores emergentes. La apuesta por nuevas propuestas industriales en provincias afectadas por el cierre de centrales térmicas de carbón, como Cádiz, Almería y Córdoba, es una muestra de que el futuro de la industria andaluza no solo está anclado en la modernización, sino en la sostenibilidad. Europa quiere descarbonizarse, y Andalucía parece estar decidida a liderar esa transformación.

Sin embargo, este aumento en la facturación industrial también conlleva una responsabilidad. Mantener este ritmo de crecimiento exige seguir apostando por la colaboración público-privada, la innovación y la capacitación de la mano de obra. La creación de empleo cualificado debe acompañar el flujo de inversiones para que los beneficios del desarrollo industrial se reflejen en toda la sociedad andaluza. Las industrias del futuro, como las energías renovables, la inteligencia artificial y la economía verde, ya están llamando a la puerta, y Andalucía debe estar preparada para abrirles paso.

El Hub Aeronáutico Net Zero en Jerez, con el potencial de generar nuevas inversiones y oportunidades de empleo, es otro ejemplo de cómo la industria andaluza está marcando el compás de su propio éxito. La Junta de Andalucía ha recibido 14 propuestas de inversión para este proyecto, lo que demuestra el interés y la confianza de los inversores en el potencial de la región. El reto ahora es convertir estas propuestas en realidades concretas que sigan impulsando la economía andaluza.

En conclusión, Andalucía ha demostrado que, con una política industrial ambiciosa y bien estructurada, es posible revertir tendencias nacionales desfavorables y construir un camino propio hacia el crecimiento y la prosperidad. El reto no es pequeño, pero si la región mantiene el rumbo, podría consolidarse como un referente en el panorama industrial europeo. Es hora de que Andalucía deje de ser vista como una tierra de sol y playa para ser reconocida como una tierra de industria, innovación y futuro.

Fuente: La Vanguardia

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‘PLAN AS’ Y MEDIDAS DE SIMPLIFICACIÓN ADMINISTRATIVA DE CARÁCTER GENERAL Y TRANSVERSAL DEL DECRETO-LEY 3/2024, DE 6 DE FEBRERO DE 2024

Decreto-Ley 3/2024

Descarga nuestro informe completo que analiza y sintetiza las medidas más importantes para la industria contenidas en el Decreto-Ley 3/2024 de la Junta de Andalucía.

Contenido del Informe:

ALERTA 1: Antecedentes, contexto, alcance general y fines del Decreto-Ley 3/2024 de Simplificación Administrativa.

ALERTA 2: Novedades en materia de contratación pública y gestión de suelos y equipamientos públicos.

ALERTA 3: Novedades en materia de urbanismo y medio ambiente.

ALERTA 4: Novedades en materia de Industria, Energía y Minas.

Este informe elaborado por expertos del bufete SDP ofrece un análisis exhaustivo y práctico de las medidas adoptadas por la Junta de Andalucía, diseñadas para impulsar el desarrollo industrial, promover la inversión y simplificar los trámites administrativos.

Descarga el informe completo para más información.

DETERIORO DEL SECTOR INDUSTRIAL ANTE EL RECORTE DE PRODUCCIÓN Y EL DECLIVE DE PEDIDOS

En medio de un panorama desafiante, la industria enfrenta una serie de obstáculos que amenazan su estabilidad y desarrollo futuro. Los indicadores de actividad del sector manufacturero han descendido a niveles alarmantes, alcanzando mínimos históricos que han encendido las alarmas en los círculos industriales.

Con profunda inquietud, observamos cómo el peso de la industria en el Producto Interno Bruto (PIB) apenas logra superar el 15%, una cifra que se encuentra notablemente por debajo del umbral del 20% establecido por las directrices de la Unión Europea. Esta disparidad entre la realidad industrial y las expectativas económicas regionales plantea un desafío crucial que requiere atención inmediata.

La situación se agrava con la noticia preocupante de la drástica caída en la producción y la consiguiente disminución de pedidos. Este descenso abrupto no solo pone en evidencia las dificultades que enfrenta el sector manufacturero, sino que también proyecta un panorama sombrío para el futuro cercano.

Lo más alarmante es el impacto humano de esta crisis industrial. Con la reducción de la actividad productiva, lamentablemente, se han perdido más de 64.500 empleos, dejando a miles de familias en una situación de incertidumbre y precariedad económica. Estas cifras representan no solo una pérdida de puestos de trabajo, sino también un golpe directo a la estabilidad y el bienestar de nuestras comunidades.

En este contexto, es imperativo que las autoridades y los agentes económicos redoblen sus esfuerzos para revitalizar y fortalecer el sector industrial. Se requieren medidas urgentes y estratégicas que impulsen la inversión, fomenten la innovación y promuevan un entorno propicio para el crecimiento sostenible de la industria.

MÁS INDUSTRIA insta a todos los actores relevantes a trabajar de manera conjunta y decidida para revertir esta tendencia preocupante. El futuro de nuestra economía y el bienestar de nuestra sociedad dependen de la capacidad de superar estos desafíos y construir un camino hacia la recuperación y la prosperidad industrial.

LA INDUSTRIA ANDALUZA SE DESTACA POR UN USO MÁS EFICIENTE DE LA ENERGÍA Y EXPERIMENTA UN CRECIMIENTO DEL 5%

industria andaluza

En un informe presentado por la Consejería de Industria, Energía y Minas de la Junta de Andalucía, se revela que el consumo energético en la región durante 2022 se redujo con respecto a los niveles anteriores a la pandemia, a pesar de un crecimiento económico sostenido. Esta disminución en el consumo de energía demuestra el compromiso de la industria andaluza con la transición hacia un modelo neutro en carbono.

El descenso del 3.8% en el consumo de energía final y el ligero aumento del 0.2% en el uso de energía primaria reflejan un equilibrio entre el desarrollo económico y la eficiencia energética. Es importante destacar que, a pesar del crecimiento del 5.2% en el Producto Interno Bruto (PIB) andaluz en 2022, la demanda de energía se mantuvo estable, lo que indica un avance significativo en el desacoplamiento entre la actividad económica y el consumo energético.

La industria, en particular, ha logrado una reducción del 16.6% en su consumo energético, marcando un hito histórico. Este logro se produce en un año en el que el Valor Añadido Bruto (VAB) del sector industrial creció alrededor del 5%, lo que subraya la creciente sostenibilidad y eficiencia energética del sector.

El impulso hacia una mayor eficiencia energética se refleja en la disminución del consumo de gas natural en un 27.2% y de productos petrolíferos en un 17.3%. Además, Andalucía ha aumentado su producción de electricidad a partir de fuentes renovables en un 2.4%, alcanzando el 54.2% de energía verde consumida en la región.

El avance hacia un modelo energético más sostenible se ve respaldado por el incremento del 18% en la producción eléctrica procedente de tecnología solar fotovoltaica y el aumento del 5.8% en la biomasa. La instalación de 1,257 nuevos megavatios (MW) de capacidad renovable, principalmente solar fotovoltaica, refleja un compromiso continuo con la expansión de las energías limpias.

En resumen, los datos presentados por la Agencia Andaluza de la Energía muestran un progreso significativo hacia una economía más sostenible y eficiente energéticamente en Andalucía. La industria andaluza y otros sectores están adoptando medidas concretas para reducir su huella energética y promover un futuro más verde y próspero para la región.

LA INDUSTRIA ESPAÑOLA EMERGE EN LA EUROZONA MIENTRAS LA ALEMANA CONTINÚA PERDIENDO MÚSCULO

Alemania, históricamente dominante con el 40% de la actividad industrial en la eurozona post-crisis de 2008, ha experimentado una notable disminución hasta el 36%. De hecho, el PIB alemán se contrajo un 0,3% en 2023. Esta desaceleración se atribuye principalmente a los desafíos derivados de la crisis energética y de inflación posterior a la pandemia. En contraste, la economía española finalizó el pasado año con un incremento del PIB del 2,5%, “cuatro veces más que la media de la eurozona”, en palabras del presidente Pedro Sánchez.

Desde MÁS INDUSTRIA celebramos efusivamente el ascenso del sector industrial español, que ha duplicado el crecimiento del alemán desde 2019. Así lo confirman datos de Eurostat que hasta el tercer trimestre de 2023 revelan un aumento del 22,5% en el Valor Añadido Bruto (VAB) de la industria española desde el inicio de la pandemia, superando significativamente el 12,6% registrado por la industria alemana en el mismo período. Esto no hace más que confirmar un cambio de tendencia único en los últimos 15 años.

Aunque ambos países han enfrentado desafíos, la industria española ha demostrado ser más resistente, con un mejor rendimiento en la mayoría de los sectores. La pérdida de competitividad en Alemania, derivada de incrementos en los precios de la energía, ha consolidado a España como un referente en el tejido industrial europeo. Los analistas del informe BBVA Research, Miguel Cardoso y Diana Pérez, concluyen al respecto que “la producción industrial en España ha tenido un mejor comportamiento que la de Alemania desde que se produjo el incremento en el precio de la energía a mediados de 2021”.

Tal y como recoge el mencionado informe, en los últimos trimestres, las fábricas españolas han experimentado una notable recuperación, revirtiendo la tendencia que las llevó de representar el 10% de la industria de la eurozona en 2009 a solo un 7% durante la pandemia, según el Valor Añadido Bruto (VAB). Es relevante destacar que, aunque España no fue la única en beneficiarse de esta recuperación, ya que ni nuestro país ni Italia ni Francia ganaron la mayor parte del espacio dejado por la disminución, sino que fueron las economías más pequeñas del euro quienes lo ocuparon.

Precisamente, el análisis de BBVA Research destaca que la capacidad de España para diversificar las fuentes de suministro energético ha sido clave en esta evolución positiva. Se resaltan sectores estratégicos, como la fabricación de productos farmacéuticos, productos informáticos y eléctricos, que han impulsado el crecimiento industrial español.

Además, se ha logrado un cambio exitoso hacia un modelo productivo más sostenible, beneficiando la fabricación de material eléctrico. Además, han tenido un amplio protagonismo las industrias afectadas por cuellos de botella durante el confinamiento, como la fabricación de vehículos de motor, remolques y semirremolques, así como la fabricación de otros equipos de transporte, maquinaria y equipo.

El documento destaca también, como uno de los principales factores, la capacidad de la economía española para diversificar las fuentes de suministro energético, especialmente mediante el abastecimiento por mar. Esta estrategia, señala, ha contribuido positivamente a la evolución de industrias intensivas en energía, como la fabricación de productos relacionados con la madera, papel y productos químicos, sectores que han logrado un mejor desempeño en comparación con sus contrapartes alemanas que dependen en mayor medida del gas ruso.

En el dinámico escenario industrial europeo, factores internos como la falta de políticas industriales y fiscales comunes generan asimetrías, siendo ejemplos destacados Polonia, República Checa e Irlanda. Esta situación ha permitido a grandes empresas deslocalizar su producción, evidenciando consecuencias de la descoordinación, a pesar de compartir reglas fiscales y política monetaria en la UE y la eurozona.

En otro informe, en este caso del tink tank Future Policy Lab, economistas como Roy Cobby, Clara García y Rafael Fernández subrayan que la especialización económica determinada por el mercado no siempre contribuye al bienestar a largo plazo. Destacan la importancia de políticas industriales continuadas y dirigidas por los gobiernos para fortalecer la actividad productiva y los sectores industriales, interviniendo de manera estratégica. Estos expertos inciden en que la ‘T’ de transformación del plan de ayudas europeas post-pandemia debe ganar protagonismo, instando a aumentar recursos, fortalecer la coordinación intraestatal y facilitar la relación entre Estado y empresas para una ejecución efectiva.

Ejemplo de ello es el caso de Finlandia, que destaca cómo la inversión en política industrial puede ser crucial en momentos de transición. Ante el declive de industrias tradicionales, Finlandia apostó por sectores punta como la telefonía móvil, superando un desempleo del 17%. Este ejemplo respalda la idea de que la inversión selectiva en ciencia, tecnología y educación puede impulsar el desarrollo productivo.

El referido estudio también subraya la importancia de la industria para la economía. Comparando con Corea del Sur y Alemania, se destaca la necesidad de impulsar salarios y crecimiento industrial en España. Es claro que la inversión sostenida en políticas industriales puede marcar la diferencia en la prosperidad económica a largo plazo.

Todos estos datos no hacen más que confirmar positivamente la estrategia de diversificación en las fuentes de suministro energético, junto con el enfoque sostenible adoptado en la fabricación de productos clave, aunque todavía hay mucho camino por recorrer. Desde MÁS INDUSTRIA creemos que son el reflejo de un impulso positivo hacia un futuro industrial robusto y sostenible. Estamos comprometidos en seguir respaldando iniciativas que fortalezcan nuestro tejido industrial y fomenten la innovación, el crecimiento y la competitividad en el panorama económico internacional.