NUEVA LEY DE INDUSTRIA Y AUTONOMÍA ESTRATÉGICA: UN PASO CLAVE PARA EL SECTOR INDUSTRIAL ESPAÑOL

El pasado 10 de diciembre, el Consejo de Ministros aprobó el proyecto de Ley de Industria y Autonomía Estratégica, un marco normativo que busca fortalecer la competitividad y resiliencia de la industria española. Este proyecto se alinea con los objetivos europeos de descarbonización, transformación digital y autonomía estratégica, y establece las bases de coordinación entre administraciones públicas para promover un sector industrial moderno y sostenible.

Objetivos principales de la Ley

Esta nueva normativa tiene como metas fundamentales:

  1. Incrementar el peso de la industria en la economía y el empleo español.
  2. Garantizar la libertad de establecimiento y la unidad de mercado.
  3. Promover la seguridad y calidad industriales.
  4. Impulsar la autonomía estratégica y el talento industrial.
  5. Fomentar la descarbonización y la transformación digital hacia una industria de cero emisiones netas para 2050.

Estructura y Gobernanza

Para asegurar una implementación eficaz, la Ley establece varios instrumentos de gobernanza:

  • Estrategia España de la Industria y Autonomía Estratégica, que definirá las directrices básicas de la política industrial.
  • Plan Estatal de Industria y Autonomía Estratégica (PIAE), con programas trianuales para mejorar la competitividad, la digitalización y la innovación.
  • Creación de nuevos órganos consultivos, como el Consejo Estatal de Política Industrial (CEPI) y el Foro de Alto Nivel de la Industria Española.

Protección especial a la industria intensiva en energía

Uno de los puntos más destacados de esta ley es el reconocimiento de una especial protección a las industrias intensivas en energía, como las que dependen de electricidad o gas. Estas medidas incluyen:

  • Apoyo a la descarbonización y transición energética, mediante la obligación de disponer de planes de eficiencia energética y transición ecológica.
  • Facilitación de contratos bilaterales y acceso a ayudas públicas.
  • Simplificación administrativa para agilizar la inversión industrial.

Nuevas herramientas para grandes proyectos industriales

La Ley introduce herramientas innovadoras para atraer y consolidar grandes proyectos industriales:

  • Proyectos Estratégicos para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE), que se extenderán más allá del Plan de Recuperación actual.
  • Reserva Estratégica de Capacidades Nacionales de Producción Industrial (RECAPI), un fondo para movilizar capacidades productivas en situaciones críticas.

Fomentando un entorno favorable para las pymes

La normativa subraya la importancia de crear un entorno favorable para las pequeñas y medianas empresas (pymes), facilitando su adaptación a los cambios estructurales y potenciando su integración en ecosistemas industriales estratégicos. Además, se prevé la concesión de ayudas sin concurrencia competitiva para proyectos alineados con los objetivos de la Ley.

Infracciones y sanciones

La Ley también regula un régimen de infracciones y sanciones para garantizar el cumplimiento de las normativas industriales:

  • Infracciones leves: multas de hasta 60.000€.
  • Infracciones graves: multas de hasta 6 millones de euros.
  • Infracciones muy graves: multas de hasta 100 millones de euros.

Un paso hacia el futuro industrial de España

Desde Más Industria, celebramos la aprobación de este proyecto de la Ley de Industria y Autonomía Estratégica como un avance significativo para consolidar una industria española más competitiva, resiliente y alineada con los objetivos climáticos y digitales. Seguiremos atentos a su desarrollo y al impacto que estas medidas puedan generar en el tejido productivo de nuestro país.

LA PRODUCTIVIDAD INDUSTRIAL EN ANDALUCÍA: UN RETO CLAVE PARA EL FUTURO

productividad industrial andalucía

El reciente informe del Consejo General de Economistas pone de manifiesto la preocupante situación de la productividad industrial en Andalucía. De forma general, es preocupante la situación en España y en sus comunidades autónomas, situando a Andalucía entre las regiones con menor rendimiento en términos de productividad laboral. Frente a una Unión Europea que avanza a un ritmo medio anual del 0,8%, España apenas alcanza un crecimiento del 0,4% en la última década, y Andalucía se encuentra entre las comunidades que más necesitan impulsar su eficiencia productiva.

Andalucía: una posición desafiante

Según el informe, mientras comunidades como Madrid, País Vasco y Navarra alcanzan o superan los niveles medios de productividad de la UE, Andalucía, junto con otras regiones como Extremadura y Canarias, muestra registros preocupantemente bajos. Este escenario refuerza la necesidad de estrategias específicas para dinamizar el sector industrial andaluz. Ya que este es considerado uno de los motores clave para elevar los niveles de eficiencia productiva.

El rol del sector industrial

El informe destaca que las actividades industriales son, junto con las financieras, inmobiliarias y de tecnología de la información, las más eficientes en términos de productividad. En este contexto, Andalucía cuenta con un potencial significativo para aprovechar su tejido industrial, siempre que se aborden barreras estructurales como el tamaño reducido de muchas empresas, la necesidad de mayor inversión tecnológica y la mejora de la calidad del empleo.

Factores determinantes y oportunidades

El informe señala varios factores críticos que influyen en los niveles de productividad regionales, entre ellos:

  1. Estructura productiva y ocupacional: Andalucía necesita diversificar su estructura productiva, apostando por sectores de alto valor añadido.
  2. Esfuerzo tecnológico: Incrementar la inversión en tecnología es crucial para cerrar la brecha con las regiones europeas más avanzadas.
  3. Tamaño empresarial: Fomentar la colaboración entre empresas y la integración en redes de valor global puede ayudar a las pymes andaluzas a competir en mercados internacionales.
  4. Capital humano: Mejorar la formación y cualificación de la fuerza laboral es indispensable para adaptarse a las demandas de la industria 4.0.

Propuestas para Andalucía

Desde Más Industria, subrayamos la necesidad de implementar medidas concretas para revertir esta situación y potenciar la productividad en Andalucía:

  • Incentivos fiscales y financieros para promover la inversión en tecnología y la modernización de infraestructuras industriales.
  • Programas de formación especializados, enfocados en tecnologías emergentes y habilidades digitales.
  • Fomento de la colaboración público-privada para desarrollar proyectos tractores en sectores estratégicos como el energético, aeroespacial y agroindustrial.
  • Refuerzo de la internacionalización, apoyando a las empresas en su acceso a mercados globales y en la creación de redes de valor europeas.

Una visión hacia el futuro

La productividad no es solo una métrica económica, sino un indicador del bienestar y la competitividad de una región. Para Andalucía, mejorar sus niveles de productividad es fundamental para reducir las desigualdades, atraer inversión y garantizar un desarrollo sostenible a largo plazo.

En Más Industria reafirmamos nuestro compromiso con el análisis y la difusión de iniciativas que impulsen el crecimiento económico en nuestra comunidad. Invitamos a nuestros lectores a reflexionar sobre este informe y a colaborar en la construcción de un futuro en la productividad industrial de Andalucía más eficiente y competitivo.

DUDAS Y RETOS DE LA LEY PARA EL AVANCE DE LA CIENCIA, LA TECNOLOGÍA Y LA INNOVACIÓN EN ANDALUCÍA (LEY ACTIVA)

ley activa

La reciente aprobación del inicio de la tramitación de la Ley para el Avance de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación en Andalucía (Ley Activa) por parte de la Junta de Andalucía plantea importantes interrogantes sobre su viabilidad y eficacia en el contexto actual.

¿Llegará a buen puerto en esta legislatura?

Aunque la propuesta de esta ley contiene elementos clave para actualizar el marco normativo de la investigación y la innovación en Andalucía, el tiempo juega en su contra. Con una legislatura que avanza rápidamente hacia su final y teniendo en cuenta la complejidad y la lentitud inherentes a la tramitación de una norma de estas características, resulta lógico cuestionarse si llegará a convertirse en una realidad antes de las próximas elecciones.

Además, el proceso requiere la consulta y aprobación de diversos órganos, así como el debate parlamentario, lo que podría extenderse más allá del calendario político actual.

¿Un nuevo impulso o un sumidero de recursos?

Más allá de las dudas sobre su viabilidad temporal, la Ley Activa enfrenta una crítica fundamental: su capacidad real para fomentar una innovación efectiva y cercana al mercado. Si la norma no incluye medidas concretas para potenciar la participación de las pequeñas y medianas empresas (PYMES), podría convertirse en otro sumidero de recursos públicos destinados principalmente a las universidades.

Aunque las universidades son actores esenciales en el sistema de conocimiento, su investigación no siempre está alineada con las necesidades inmediatas del mercado. En cambio, las PYMES, con su enfoque práctico y ágil, son quienes lideran la aplicación de la investigación en proyectos con impacto directo en la economía y la sociedad. Por ello, es imprescindible que la Ley Activa:

  1. Aumente la financiación para las PYMES: Proporcionando incentivos específicos y aumentando el porcentaje de financiación para proyectos liderados por pequeñas y medianas empresas.
  2. Fomente colaboraciones equilibradas: Diseñando mecanismos que permitan a las PYMES liderar iniciativas de I+D+I en colaboración con universidades y otros agentes del conocimiento.
  3. Establezca objetivos medibles: Garantizando que los recursos invertidos se traduzcan en resultados tangibles aplicables al mercado.

Una oportunidad para el desarrollo real

Desde Más Industria, creemos que la Ley Activa tiene el potencial de marcar un antes y un después en el ecosistema de innovación de Andalucía. Sin embargo, para que esto ocurra, es esencial que las PYMES, como motor del desarrollo cercano al mercado, reciban el respaldo necesario para desempeñar un papel protagonista.

Estaremos atentos a la evolución de esta normativa y seguiremos abogando por un modelo de innovación que combine el rigor científico con la aplicabilidad práctica, asegurando que Andalucía avance de manera sostenible y competitiva en el panorama nacional e internacional.

MÁS INDUSTRIA VISITA EL MMH 2024

MMH 2024

El Mining and Minerals Hall, MMH 2024, cierra hoy sus puertas en Sevilla tras una edición que ha reafirmado su papel como el evento técnico internacional más destacado de Andalucía. Con la participación de más de 250 expositores de distintos países, esta feria ha puesto el foco en dos ejes estratégicos para el futuro industrial: la innovación tecnológica y la sostenibilidad.

Desde Más Industria, destacamos la importancia de este tipo de encuentros, que no solo fortalecen el tejido industrial andaluz, sino que también posicionan a nuestra región como un referente en minería sostenible y transición hacia energías limpias. Estos espacios permiten a empresas, instituciones y profesionales del sector intercambiar conocimientos, explorar soluciones avanzadas y crear alianzas que impulsan la competitividad de la industria en Andalucía.

En esta edición del MMH, los expositores han mostrado las últimas innovaciones en tecnología minera y han compartido prácticas sostenibles que abren nuevas oportunidades de crecimiento en un contexto de cambio climático. Andalucía cuenta con un potencial industrial enorme, y eventos como el MMH 2024 son clave para consolidar su rol en la transición energética y en la construcción de un futuro más sostenible.

Para más información sobre el evento, visita su sitio web oficial: mmhseville.com

MÁS INDUSTRIA, PRESENTE EN LA PRIMERA CONFERENCIA DEL CICLO NUEVA INGENIERÍA SEVILLANA

Aprovechando la primera conferencia del Ciclo Nueva Ingeniería Sevillana, Aurelio Azaña, presidente de Más Industria, tuvo la oportunidad de hacer una exposición sobre los aspectos positivos y negativos del desarrollo industrial de Andalucía.

Mencionando el reciente estudio que elaboró esta asociación con la colaboración de ARENAL grupo consultor, Aurelio Azaña hizo mención a dos conclusiones importantes del informe:

La primera, es que el 80 % de las empresas industriales que nacen, no llegan a los cinco años de vida. La cosa cambia radicalmente cuando creas los llamados por Aurelio “campeones industriales”, que son empresas industriales con más de 100 trabajadores que están muy consolidados en la epidermis industrial de nuestra región y que difícilmente van a desaparecer. Lamentablemente, son pocos los campeones industriales que tenemos en nuestra región.

Otra de las conclusiones del informe es que los sectores que más aportan al PIB industrial de la región son los que menos aportan al incremento del valor añadido bruto. Y puso como ejemplo la agroindustria y la minería. Ello quiere decir, que se produce mucho pero se vende mucho a granel con poca manipulación por lo que el valor añadido se queda en los sitios de destino de nuestros productos.

Además, en esta conferencia del Ciclo Nueva Ingeniería Sevillana, se habló de los excesos de regulación que impiden la implantación de nuevos proyectos industriales en la región y la falta de modelos más dinámicos (que funcionan con éxito en otros países) como son las declaraciones responsables, los seguros de responsabilidad civil y los controles administrativos “ex post”.

UN NUEVO IMPULSO PARA LA INDUSTRIA ANDALUZA

nuevos avales industria

La reciente apertura de una nueva línea de avales por parte de la Junta de Andalucía para facilitar el acceso a la financiación de las pymes y autónomos del sector industrial es una excelente noticia para el futuro de nuestra economía. En un contexto donde las barreras financieras han sido un obstáculo recurrente para el desarrollo de nuestros negocios, esta iniciativa representa una bocanada de aire fresco para muchas pequeñas y medianas empresas que, hasta ahora, se veían limitadas en su capacidad de inversión.

Desde Más Industria, creemos firmemente que el desarrollo industrial es el motor del progreso económico de nuestra región. Esta medida, que cubre tanto las necesidades de circulante como las de inversión, permitirá que nuestras empresas puedan consolidarse, crecer y, lo más importante, competir en un entorno global cada vez más exigente. La subvención para la reducción de costes de financiación es especialmente relevante en un momento en el que los pequeños negocios se enfrentan a la inflación y a la volatilidad de los mercados. Poder acceder a avales y garantías financieras sin los obstáculos de antaño es fundamental para liberar el potencial de innovación, digitalización y sostenibilidad en Andalucía.

Los nuevos avales para la industria: Una esperanza para el futuro

Además, este paso no solo facilita el presente, sino que también allana el camino hacia un futuro más sostenible y competitivo. La apuesta por proyectos vinculados a la digitalización y la sostenibilidad es una clara señal de que la industria andaluza no solo quiere sobrevivir, sino liderar. Las empresas que adopten estas medidas tendrán una ventaja estratégica en los próximos años, mejorando no solo su capacidad productiva, sino también su resiliencia frente a futuros retos económicos y medioambientales.

Desde nuestra asociación, vemos en esta línea de avales una oportunidad histórica para que la industria andaluza recupere su protagonismo en el mapa nacional e internacional. La colaboración público-privada que se está fomentando con este tipo de iniciativas demuestra que el trabajo conjunto es la clave para un desarrollo industrial robusto y duradero.

En Más Industria seguiremos trabajando para que este tipo de iniciativas continúen, apoyando a nuestras empresas, impulsando la innovación y fomentando un modelo de desarrollo que ponga a Andalucía en el lugar que le corresponde: a la vanguardia de la industria del futuro.

LA PRODUCCIÓN INDUSTRIAL EN ESPAÑA: UN INDICIO DE RECUPERACIÓN COMO OPORTUNIDAD PARA ANDALUCÍA

La noticia de que la producción industrial en España ha crecido un 4,4% en julio de 2024 es un respiro alentador para el sector, especialmente tras varios meses de incertidumbre económica. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), este repunte se debe principalmente al aumento en la producción de bienes de consumo no duradero, bienes intermedios y bienes de consumo duradero, con crecimientos del 8,3%, 6,6% y 2,8% respectivamente. Este avance marca un retorno a las tasas interanuales positivas después de que en junio la producción industrial sufriera un retroceso del 4,3%.

Si bien es una señal positiva para España, es fundamental que Andalucía, como una de las regiones con mayor potencial industrial del país, aproveche este momento de recuperación para reforzar su tejido productivo y convertirse en un motor clave de la economía española.

Un sector industrial diversificado es clave

El aumento de la producción de bienes de consumo no duradero e intermedios destaca la importancia de mantener una industria diversificada. Andalucía tiene una ventaja geográfica clave para convertirse en un hub logístico e industrial de gran impacto, sobre todo en sectores estratégicos como la agroindustria, las energías renovables y la industria aeronáutica. No obstante, este crecimiento debe gestionarse con una estrategia de largo plazo que incluya la digitalización, la sostenibilidad y la innovación.

El contexto de crecimiento que observamos en España en julio no debe tomarse a la ligera. A pesar de este repunte, la producción industrial corregida de efectos estacionales ha disminuido un 0,4% respecto al mes anterior, lo que indica que, aunque se han dado avances, la estabilidad del sector aún es frágil y está sujeta a variaciones. Por tanto, es esencial que Andalucía impulse políticas y medidas que protejan y estimulen el desarrollo industrial de la región.

La digitalización y sostenibilidad: pilares para un desarrollo sostenible

Uno de los grandes desafíos para el sector industrial andaluz es adoptar nuevas tecnologías que impulsen la competitividad y el desarrollo sostenible. Mientras que el aumento en la producción de bienes de consumo no duradero puede indicar una recuperación del consumo a corto plazo, debemos apostar por sectores de mayor valor añadido que incorporen la digitalización en sus procesos productivos.

El crecimiento de la producción de bienes intermedios (+6,6%) también señala la importancia de las industrias que suministran componentes a otros sectores productivos, un campo donde Andalucía puede destacar gracias a su capacidad de atraer inversión extranjera, mano de obra cualificada y sus capacidades logísticas. El sector agroalimentario, que constituye una parte fundamental de la economía andaluza, puede verse beneficiado por estas tendencias si incorpora tecnologías que permitan mejorar la eficiencia y sostenibilidad de los procesos productivos.

El papel del gobierno y el sector privado

Para consolidar esta recuperación industrial, es necesario que el gobierno andaluz, junto con el sector privado, trabaje de la mano en el diseño de políticas que favorezcan la inversión en innovación, capacitación de la mano de obra y la transición energética. Los incentivos fiscales, la simplificación burocrática y el apoyo a pymes industriales deben ser parte integral de esta estrategia para hacer de Andalucía un referente de la industria nacional.

Este impulso también debe ir acompañado de una infraestructura adecuada que facilite el transporte de bienes y materias primas dentro y fuera de la región. El crecimiento de los bienes de consumo duradero (+2,8%) y de equipo (+0,9%) muestra que existe una demanda interna en expansión que Andalucía debe aprovechar, tanto para el consumo nacional como para la exportación, aprovechando su proximidad a mercados europeos y africanos.

Por tanto, la subida de la producción industrial en julio de 2024 es un buen augurio para la economía española en su conjunto, y una oportunidad crucial para Andalucía. En un momento en que los mercados se muestran volátiles y las perspectivas globales son inciertas, la región debe apostar por un modelo industrial que integre la sostenibilidad, la digitalización y la diversificación. Solo así podrá consolidar su papel como motor industrial y económico en el sur de Europa, asegurando un desarrollo inclusivo y duradero para sus ciudadanos.

El crecimiento industrial de España debe verse como una señal de lo que es posible lograr con una estrategia coherente y sostenible. Ahora es el momento para que Andalucía, una tierra rica en recursos y oportunidades, lidere con fuerza esta nueva etapa de la industria española.

LA MINERÍA ANDALUZA: UN PILAR ESTRATÉGICO PARA EL FUTURO INDUSTRIAL DE ANDALUCÍA

minería andaluza

Desde Más Industria, una Asociación de la Sociedad Civil para impulsar el desarrollo industrial de Andalucía, observamos con optimismo las recientes propuestas para fortalecer la marca de la minería andaluza. Este enfoque estratégico no solo es clave para posicionar a Andalucía como un actor relevante en el sector minero europeo, sino que también refuerza el papel de la industria como motor económico de la región. La creación de una marca sólida que promueva nuestra capacidad minera es un paso imprescindible para atraer inversiones y talento cualificado. Esto será un factor fundamental en el futuro industrial de Andalucía, cuyo desarrollo no puede depender únicamente del turismo y la cultura.

En un momento de transición energética global y de creciente demanda de minerales estratégicos, la minería andaluza se encuentra en una posición única. Contamos con una abundancia de recursos esenciales como cobre, níquel, litio y tierras raras, todos ellos cruciales para el desarrollo de tecnologías sostenibles como las baterías, las turbinas eólicas y los coches eléctricos. Pero no podemos quedarnos ahí: necesitamos una estrategia que integre a nuestra minería dentro de un ecosistema industrial más amplio y que la proyecte como una actividad avanzada y tecnológicamente desarrollada.

La iniciativa de crear una marca regional del sector minero no es solo un ejercicio de marketing. Implica cambiar la narrativa obsoleta que todavía asocia la minería con altos impactos ambientales y empleos de baja calidad. La minería moderna andaluza, siguiendo estrictas normativas ambientales y utilizando tecnologías de vanguardia, debe ser percibida como una industria generadora de empleo de alto valor añadido, que contribuye directamente a la transición hacia una economía de bajas emisiones de carbono.

Cómo fortalecer la minería andaluza

Además, la propuesta de que Andalucía sea considerada una jurisdicción minera independiente en clasificaciones internacionales como la del Instituto Fraser representa una excelente oportunidad para incrementar nuestra visibilidad en los mercados internacionales. Esta distinción no solo mejoraría el atractivo de nuestra región frente a posibles inversores, sino que también fortalecería el sector industrial local al impulsar proyectos de alto impacto tecnológico.

El desarrollo de una ventanilla única para la minería y la mejora en la eficiencia regulatoria son aspectos que desde Más Industria también consideramos urgentes. La simplificación y agilización de los procesos administrativos, especialmente en lo que respecta a la evaluación de nuevos proyectos, son fundamentales para que Andalucía pueda competir a nivel global. Solo con una estructura administrativa eficaz podremos captar inversiones que impulsen tanto el sector minero como el conjunto de nuestra economía.

Andalucía no solo tiene un pasado minero rico, sino que su futuro también puede estar cimentado en su capacidad de adaptarse a las demandas globales de una industria en transformación. Pero esto no se logrará sin una apuesta decidida por el impulso tecnológico, la sostenibilidad y la mejora en las condiciones laborales y sociales que la industria puede ofrecer. Es por ello que desde Más Industria hacemos un llamamiento a todos los actores implicados, desde las administraciones públicas hasta las empresas del sector, para que se unan en el objetivo común de consolidar a Andalucía como un referente mundial en minería sostenible y de alta tecnología.

La diversificación de nuestra economía pasa por una visión integral donde la industria, y en particular la minería, sea reconocida no solo por su valor extractivo, sino como una fuente de innovación, empleo y desarrollo sostenible. Con una estrategia adecuada, Andalucía no solo podrá mantener su liderazgo en el sector minero nacional, sino que también podrá proyectarse como una potencia industrial en el escenario europeo e internacional.

Este es el momento de apostar decididamente por una industria que puede y debe ser uno de los pilares fundamentales del futuro económico de nuestra región.

Fuente: Agencia EFE

INVERSIONES INDUSTRIALES EN ANDALUCÍA, INCENTIVOS PROMETEDORES, PERO CON RETOS A RESOLVER

La reciente publicación de una nueva orden de incentivos a las inversiones industriales en Andalucía, que incluye incentivos para el desarrollo industrial, es un paso positivo hacia la dinamización de proyectos clave para la región. Estos incentivos, alineados con los objetivos de innovación, sostenibilidad y crecimiento económico, buscan fortalecer el tejido productivo andaluz en sectores estratégicos. Sin embargo, a pesar de las buenas intenciones, no podemos ignorar que hay aspectos críticos que deben mejorarse para que estos incentivos alcancen su verdadero potencial.

Uno de los puntos más preocupantes es la dotación presupuestaria asignada a esta nueva orden. Si bien es cierto que cualquier estímulo a la inversión industrial es bienvenido, la realidad es que los recursos actuales parecen insuficientes frente a las grandes necesidades del sector industrial andaluz. El crecimiento que se espera alcanzar en las próximas décadas, tanto en innovación como en empleo, requiere una mayor asignación de fondos, es algo que ya hemos visto en el primer semestre de 2024 con el aumento del 10,4% en la facturación industrial. Es esencial que el Gobierno andaluz redoble su apuesta por la industria con un presupuesto más ambicioso. Las empresas necesitan sentir que el apoyo financiero es suficiente para hacer frente a las complejidades y riesgos inherentes a proyectos de gran envergadura, especialmente en un contexto de alta competencia global.

Otro de los desafíos evidentes tiene que ver con la gestión documental exigida para la justificación de las ayudas. El sistema actual, cargado de trámites burocráticos y requisitos excesivamente complicados, desalienta a muchas pequeñas y medianas empresas que, a pesar de ser elegibles, terminan por no solicitar las ayudas. Este problema es especialmente grave para las microempresas y emprendedores, que carecen de los recursos y personal para afrontar estas exigencias administrativas. La simplificación de los procesos de solicitud y justificación debe ser una prioridad urgente. Andalucía necesita un sistema más ágil y accesible, que elimine barreras innecesarias y permita que las empresas puedan centrarse en lo que realmente importa: la inversión y el crecimiento.

Además, es fundamental destacar que las cantidades asignadas a las ayudas nos parecen insuficientes, especialmente teniendo en cuenta la magnitud de la región y las grandes necesidades que enfrenta en términos de inversión e innovación. Las pymes, que constituyen el verdadero motor de la economía andaluza, necesitan mayor apoyo, ya que tienen un acceso mucho más limitado a la financiación pública estatal, la cual suele favorecer a grandes proyectos en lugar de a las pequeñas y medianas iniciativas. El verdadero desarrollo industrial de Andalucía pasa por respaldar a estas pymes, que son las que realmente impulsan la creación de empleo y el crecimiento económico en la región.

En este sentido, es fundamental que el dinero destinado a estos incentivos se aplique de manera efectiva a proyectos innovadores y de inversión, evitando que queden desiertos debido a trabas burocráticas. Muchos empresarios ya han experimentado problemas en convocatorias anteriores, en las que, a pesar de realizar las inversiones previstas, no recibieron las ayudas prometidas, basándose en justificaciones que no resisten un análisis serio ante ninguna administración de justicia. Este tipo de situaciones deben corregirse para que el sector industrial pueda confiar en los apoyos ofrecidos y llevar adelante proyectos con seguridad y respaldo institucional.

En este contexto, la Agencia TRADE, responsable de gestionar estas ayudas, debe trabajar activamente para ganarse la credibilidad que tanto necesita. La herencia de la Agencia IDEA, cuya reputación ha sido deteriorada por numerosos problemas de gestión y escándalos, sigue pesando. TRADE debe diferenciarse con una gestión transparente, eficiente y centrada en el usuario. Solo así podrá restablecer la confianza perdida entre las empresas andaluzas, lo que es fundamental para que el sector industrial aproveche plenamente estos incentivos.

El papel de TRADE será decisivo no solo en la distribución eficiente de los fondos, sino también en la asistencia y acompañamiento que brinde a las empresas a lo largo del proceso. Si esta nueva agencia consigue ofrecer un servicio más cercano y fiable, podrá ser una pieza clave en la recuperación de la credibilidad institucional en Andalucía y en el éxito de estos incentivos.

En conclusión, los incentivos a la inversión industrial son una herramienta fundamental para dinamizar el sector y asegurar el crecimiento económico en la región. Sin embargo, no podemos quedarnos en el optimismo. El éxito de estos programas dependerá, en gran medida, de que se aumente la dotación presupuestaria y se simplifique la burocracia, permitiendo que más empresas puedan beneficiarse de ellos. Además, la Agencia TRADE debe demostrar con hechos que está a la altura del desafío, superando los errores del pasado y ofreciendo a las empresas andaluzas un apoyo real, eficaz y transparente. Solo así podremos asegurar un futuro industrial próspero para Andalucía.

ANDALUCÍA, UN FARO INDUSTRIAL EN EL HORIZONTE ESPAÑOL

aumento facturación industrial

La reciente noticia que destaca el notable aumento del 10,4% en la facturación industrial en Andalucía durante el primer semestre de 2024 en contraste con la caída del 0,7% a nivel nacional es una clara señal de que nuestra región está trazando su propio camino hacia un futuro industrial más robusto y dinámico. Este avance, liderado por una política industrial proactiva, posiciona a Andalucía como un destino clave para la inversión y un ejemplo de cómo una estrategia coherente puede marcar la diferencia.

Sin embargo, aunque estas cifras parecen prometedoras, la verdadera prueba de su impacto se verá cuando desde Más Industria publiquemos la actualización de los diez ratios clave de la industria andaluza. Esta actualización proporcionará indicadores objetivos que permitirán evaluar si esta tendencia realmente se traduce en un crecimiento sólido o si los datos han sido maquillados por la retórica política. Solo con una visión integral de todos los ratios, y no enfocándonos de manera separada en aquellos que resulten más favorables para los gobernantes, podremos determinar con precisión el estado real de la industria andaluza.

El crecimiento industrial no es casualidad; es fruto de la visión y la planificación. Bajo el liderazgo del consejero de Industria, Energía y Minas, Jorge Paradela, y en colaboración con actores privados, la Junta de Andalucía ha impulsado políticas que fomentan la inversión, generando confianza en sectores tan diversos como el aeronáutico, el energético y el tecnológico. La inversión de 22.000 millones de euros en solo dos años es un indicador contundente de que el modelo andaluz funciona, y más aún, que está destinado a crecer.

El caso del sector aeronáutico, que ha crecido a tasas superiores al 15% en los últimos dos años, es un excelente ejemplo de cómo la región ha sido capaz de reinventarse, atrayendo inversiones estratégicas y desarrollando capacidades tecnológicas que no solo generan empleo, sino que también posicionan a Andalucía como un nodo clave en la cadena de valor global.

Además, la inclusión de Andalucía en el Fondo de Transición Justa de la Unión Europea refuerza la idea de que la región está preparada para liderar en sectores emergentes. La apuesta por nuevas propuestas industriales en provincias afectadas por el cierre de centrales térmicas de carbón, como Cádiz, Almería y Córdoba, es una muestra de que el futuro de la industria andaluza no solo está anclado en la modernización, sino en la sostenibilidad. Europa quiere descarbonizarse, y Andalucía parece estar decidida a liderar esa transformación.

Sin embargo, este aumento en la facturación industrial también conlleva una responsabilidad. Mantener este ritmo de crecimiento exige seguir apostando por la colaboración público-privada, la innovación y la capacitación de la mano de obra. La creación de empleo cualificado debe acompañar el flujo de inversiones para que los beneficios del desarrollo industrial se reflejen en toda la sociedad andaluza. Las industrias del futuro, como las energías renovables, la inteligencia artificial y la economía verde, ya están llamando a la puerta, y Andalucía debe estar preparada para abrirles paso.

El Hub Aeronáutico Net Zero en Jerez, con el potencial de generar nuevas inversiones y oportunidades de empleo, es otro ejemplo de cómo la industria andaluza está marcando el compás de su propio éxito. La Junta de Andalucía ha recibido 14 propuestas de inversión para este proyecto, lo que demuestra el interés y la confianza de los inversores en el potencial de la región. El reto ahora es convertir estas propuestas en realidades concretas que sigan impulsando la economía andaluza.

En conclusión, Andalucía ha demostrado que, con una política industrial ambiciosa y bien estructurada, es posible revertir tendencias nacionales desfavorables y construir un camino propio hacia el crecimiento y la prosperidad. El reto no es pequeño, pero si la región mantiene el rumbo, podría consolidarse como un referente en el panorama industrial europeo. Es hora de que Andalucía deje de ser vista como una tierra de sol y playa para ser reconocida como una tierra de industria, innovación y futuro.

Fuente: La Vanguardia

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