MAERSK CAMBIA ALGECIRAS POR TÁNGER MED: UNA AMENAZA PARA LA INDUSTRIA PORTUARIA ESPAÑOLA

El reciente anuncio de Maersk de sustituir el puerto de Algeciras por Tánger Med en una de sus principales rutas internacionales ha encendido las alarmas en el sector portuario español. Esta decisión pone de manifiesto un problema estructural que amenaza con debilitar el liderazgo industrial y logístico de España: la combinación de un exceso de regulación y la falta de competitividad frente a países limítrofes.

Redes eléctricas saturadas y costes regulatorios

La desventaja competitiva de Algeciras no radica en su infraestructura o capacidad operativa, sino en un entorno regulatorio que dificulta la operatividad y eleva los costes. La introducción del sistema ETS (Emissions Trading System) por parte de la Unión Europea ha impuesto un coste adicional significativo, que puede superar los 160.000 euros por buque. Este sobrecoste está empujando a las navieras a buscar alternativas más económicas, como Tánger Med, donde la carga regulatoria es considerablemente menor.

La amenaza de Tánger Med: un competidor en auge

Tánger Med, impulsado por Marruecos para competir directamente con Algeciras, ofrece condiciones más atractivas tanto en costos como en agilidad regulatoria. Este puerto, que no está sujeto a las estrictas normativas europeas, ha logrado posicionarse como un destino preferido para navieras globales, erosionando el liderazgo del puerto gaditano.

Políticas ambientales desincentivadoras

Si bien la transición ecológica es imprescindible, las políticas actuales no están acompañadas de mecanismos que equilibren la competitividad industrial. El caso de Algeciras es un ejemplo claro de cómo una normativa bien intencionada puede generar efectos colaterales perjudiciales. Al no contar con excepciones o ajustes para puertos estratégicos como el gaditano, se está facilitando un desplazamiento de la actividad industrial hacia territorios con menores exigencias ambientales.

Consecuencias para la industria española

El cambio de Maersk no es un hecho aislado, sino parte de una tendencia preocupante que afecta a otros sectores industriales en España. La falta de infraestructura adecuada, como la eterna promesa del corredor ferroviario Algeciras-Bobadilla, agrava la situación. Este contexto no solo pone en riesgo miles de empleos, sino también la posición de España como un nodo logístico clave en Europa.

Es urgente que las autoridades reconsideren el marco normativo y adopten medidas que protejan la competitividad de puertos estratégicos como Algeciras. Si no se actúa, seguiremos viendo cómo países como Marruecos capitalizan nuestras debilidades, atrayendo a empresas que huyen de un entorno cada vez más hostil.

Desde Más Industria, hacemos un llamado a la acción para equilibrar las políticas ambientales con las necesidades del sector industrial. Es posible avanzar hacia la sostenibilidad sin comprometer el desarrollo económico de España.