NUEVA LEY DE INDUSTRIA Y AUTONOMÍA ESTRATÉGICA: UN PASO CLAVE PARA EL SECTOR INDUSTRIAL ESPAÑOL

El pasado 10 de diciembre, el Consejo de Ministros aprobó el proyecto de Ley de Industria y Autonomía Estratégica, un marco normativo que busca fortalecer la competitividad y resiliencia de la industria española. Este proyecto se alinea con los objetivos europeos de descarbonización, transformación digital y autonomía estratégica, y establece las bases de coordinación entre administraciones públicas para promover un sector industrial moderno y sostenible.

Objetivos principales de la Ley

Esta nueva normativa tiene como metas fundamentales:

  1. Incrementar el peso de la industria en la economía y el empleo español.
  2. Garantizar la libertad de establecimiento y la unidad de mercado.
  3. Promover la seguridad y calidad industriales.
  4. Impulsar la autonomía estratégica y el talento industrial.
  5. Fomentar la descarbonización y la transformación digital hacia una industria de cero emisiones netas para 2050.

Estructura y Gobernanza

Para asegurar una implementación eficaz, la Ley establece varios instrumentos de gobernanza:

  • Estrategia España de la Industria y Autonomía Estratégica, que definirá las directrices básicas de la política industrial.
  • Plan Estatal de Industria y Autonomía Estratégica (PIAE), con programas trianuales para mejorar la competitividad, la digitalización y la innovación.
  • Creación de nuevos órganos consultivos, como el Consejo Estatal de Política Industrial (CEPI) y el Foro de Alto Nivel de la Industria Española.

Protección especial a la industria intensiva en energía

Uno de los puntos más destacados de esta ley es el reconocimiento de una especial protección a las industrias intensivas en energía, como las que dependen de electricidad o gas. Estas medidas incluyen:

  • Apoyo a la descarbonización y transición energética, mediante la obligación de disponer de planes de eficiencia energética y transición ecológica.
  • Facilitación de contratos bilaterales y acceso a ayudas públicas.
  • Simplificación administrativa para agilizar la inversión industrial.

Nuevas herramientas para grandes proyectos industriales

La Ley introduce herramientas innovadoras para atraer y consolidar grandes proyectos industriales:

  • Proyectos Estratégicos para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE), que se extenderán más allá del Plan de Recuperación actual.
  • Reserva Estratégica de Capacidades Nacionales de Producción Industrial (RECAPI), un fondo para movilizar capacidades productivas en situaciones críticas.

Fomentando un entorno favorable para las pymes

La normativa subraya la importancia de crear un entorno favorable para las pequeñas y medianas empresas (pymes), facilitando su adaptación a los cambios estructurales y potenciando su integración en ecosistemas industriales estratégicos. Además, se prevé la concesión de ayudas sin concurrencia competitiva para proyectos alineados con los objetivos de la Ley.

Infracciones y sanciones

La Ley también regula un régimen de infracciones y sanciones para garantizar el cumplimiento de las normativas industriales:

  • Infracciones leves: multas de hasta 60.000€.
  • Infracciones graves: multas de hasta 6 millones de euros.
  • Infracciones muy graves: multas de hasta 100 millones de euros.

Un paso hacia el futuro industrial de España

Desde Más Industria, celebramos la aprobación de este proyecto de la Ley de Industria y Autonomía Estratégica como un avance significativo para consolidar una industria española más competitiva, resiliente y alineada con los objetivos climáticos y digitales. Seguiremos atentos a su desarrollo y al impacto que estas medidas puedan generar en el tejido productivo de nuestro país.

LA PRODUCTIVIDAD INDUSTRIAL EN ANDALUCÍA: UN RETO CLAVE PARA EL FUTURO

productividad industrial andalucía

El reciente informe del Consejo General de Economistas pone de manifiesto la preocupante situación de la productividad industrial en Andalucía. De forma general, es preocupante la situación en España y en sus comunidades autónomas, situando a Andalucía entre las regiones con menor rendimiento en términos de productividad laboral. Frente a una Unión Europea que avanza a un ritmo medio anual del 0,8%, España apenas alcanza un crecimiento del 0,4% en la última década, y Andalucía se encuentra entre las comunidades que más necesitan impulsar su eficiencia productiva.

Andalucía: una posición desafiante

Según el informe, mientras comunidades como Madrid, País Vasco y Navarra alcanzan o superan los niveles medios de productividad de la UE, Andalucía, junto con otras regiones como Extremadura y Canarias, muestra registros preocupantemente bajos. Este escenario refuerza la necesidad de estrategias específicas para dinamizar el sector industrial andaluz. Ya que este es considerado uno de los motores clave para elevar los niveles de eficiencia productiva.

El rol del sector industrial

El informe destaca que las actividades industriales son, junto con las financieras, inmobiliarias y de tecnología de la información, las más eficientes en términos de productividad. En este contexto, Andalucía cuenta con un potencial significativo para aprovechar su tejido industrial, siempre que se aborden barreras estructurales como el tamaño reducido de muchas empresas, la necesidad de mayor inversión tecnológica y la mejora de la calidad del empleo.

Factores determinantes y oportunidades

El informe señala varios factores críticos que influyen en los niveles de productividad regionales, entre ellos:

  1. Estructura productiva y ocupacional: Andalucía necesita diversificar su estructura productiva, apostando por sectores de alto valor añadido.
  2. Esfuerzo tecnológico: Incrementar la inversión en tecnología es crucial para cerrar la brecha con las regiones europeas más avanzadas.
  3. Tamaño empresarial: Fomentar la colaboración entre empresas y la integración en redes de valor global puede ayudar a las pymes andaluzas a competir en mercados internacionales.
  4. Capital humano: Mejorar la formación y cualificación de la fuerza laboral es indispensable para adaptarse a las demandas de la industria 4.0.

Propuestas para Andalucía

Desde Más Industria, subrayamos la necesidad de implementar medidas concretas para revertir esta situación y potenciar la productividad en Andalucía:

  • Incentivos fiscales y financieros para promover la inversión en tecnología y la modernización de infraestructuras industriales.
  • Programas de formación especializados, enfocados en tecnologías emergentes y habilidades digitales.
  • Fomento de la colaboración público-privada para desarrollar proyectos tractores en sectores estratégicos como el energético, aeroespacial y agroindustrial.
  • Refuerzo de la internacionalización, apoyando a las empresas en su acceso a mercados globales y en la creación de redes de valor europeas.

Una visión hacia el futuro

La productividad no es solo una métrica económica, sino un indicador del bienestar y la competitividad de una región. Para Andalucía, mejorar sus niveles de productividad es fundamental para reducir las desigualdades, atraer inversión y garantizar un desarrollo sostenible a largo plazo.

En Más Industria reafirmamos nuestro compromiso con el análisis y la difusión de iniciativas que impulsen el crecimiento económico en nuestra comunidad. Invitamos a nuestros lectores a reflexionar sobre este informe y a colaborar en la construcción de un futuro en la productividad industrial de Andalucía más eficiente y competitivo.

DUDAS Y RETOS DE LA LEY PARA EL AVANCE DE LA CIENCIA, LA TECNOLOGÍA Y LA INNOVACIÓN EN ANDALUCÍA (LEY ACTIVA)

ley activa

La reciente aprobación del inicio de la tramitación de la Ley para el Avance de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación en Andalucía (Ley Activa) por parte de la Junta de Andalucía plantea importantes interrogantes sobre su viabilidad y eficacia en el contexto actual.

¿Llegará a buen puerto en esta legislatura?

Aunque la propuesta de esta ley contiene elementos clave para actualizar el marco normativo de la investigación y la innovación en Andalucía, el tiempo juega en su contra. Con una legislatura que avanza rápidamente hacia su final y teniendo en cuenta la complejidad y la lentitud inherentes a la tramitación de una norma de estas características, resulta lógico cuestionarse si llegará a convertirse en una realidad antes de las próximas elecciones.

Además, el proceso requiere la consulta y aprobación de diversos órganos, así como el debate parlamentario, lo que podría extenderse más allá del calendario político actual.

¿Un nuevo impulso o un sumidero de recursos?

Más allá de las dudas sobre su viabilidad temporal, la Ley Activa enfrenta una crítica fundamental: su capacidad real para fomentar una innovación efectiva y cercana al mercado. Si la norma no incluye medidas concretas para potenciar la participación de las pequeñas y medianas empresas (PYMES), podría convertirse en otro sumidero de recursos públicos destinados principalmente a las universidades.

Aunque las universidades son actores esenciales en el sistema de conocimiento, su investigación no siempre está alineada con las necesidades inmediatas del mercado. En cambio, las PYMES, con su enfoque práctico y ágil, son quienes lideran la aplicación de la investigación en proyectos con impacto directo en la economía y la sociedad. Por ello, es imprescindible que la Ley Activa:

  1. Aumente la financiación para las PYMES: Proporcionando incentivos específicos y aumentando el porcentaje de financiación para proyectos liderados por pequeñas y medianas empresas.
  2. Fomente colaboraciones equilibradas: Diseñando mecanismos que permitan a las PYMES liderar iniciativas de I+D+I en colaboración con universidades y otros agentes del conocimiento.
  3. Establezca objetivos medibles: Garantizando que los recursos invertidos se traduzcan en resultados tangibles aplicables al mercado.

Una oportunidad para el desarrollo real

Desde Más Industria, creemos que la Ley Activa tiene el potencial de marcar un antes y un después en el ecosistema de innovación de Andalucía. Sin embargo, para que esto ocurra, es esencial que las PYMES, como motor del desarrollo cercano al mercado, reciban el respaldo necesario para desempeñar un papel protagonista.

Estaremos atentos a la evolución de esta normativa y seguiremos abogando por un modelo de innovación que combine el rigor científico con la aplicabilidad práctica, asegurando que Andalucía avance de manera sostenible y competitiva en el panorama nacional e internacional.