LA PRODUCCIÓN INDUSTRIAL EN ESPAÑA: UN INDICIO DE RECUPERACIÓN COMO OPORTUNIDAD PARA ANDALUCÍA

La noticia de que la producción industrial en España ha crecido un 4,4% en julio de 2024 es un respiro alentador para el sector, especialmente tras varios meses de incertidumbre económica. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), este repunte se debe principalmente al aumento en la producción de bienes de consumo no duradero, bienes intermedios y bienes de consumo duradero, con crecimientos del 8,3%, 6,6% y 2,8% respectivamente. Este avance marca un retorno a las tasas interanuales positivas después de que en junio la producción industrial sufriera un retroceso del 4,3%.

Si bien es una señal positiva para España, es fundamental que Andalucía, como una de las regiones con mayor potencial industrial del país, aproveche este momento de recuperación para reforzar su tejido productivo y convertirse en un motor clave de la economía española.

Un sector industrial diversificado es clave

El aumento de la producción de bienes de consumo no duradero e intermedios destaca la importancia de mantener una industria diversificada. Andalucía tiene una ventaja geográfica clave para convertirse en un hub logístico e industrial de gran impacto, sobre todo en sectores estratégicos como la agroindustria, las energías renovables y la industria aeronáutica. No obstante, este crecimiento debe gestionarse con una estrategia de largo plazo que incluya la digitalización, la sostenibilidad y la innovación.

El contexto de crecimiento que observamos en España en julio no debe tomarse a la ligera. A pesar de este repunte, la producción industrial corregida de efectos estacionales ha disminuido un 0,4% respecto al mes anterior, lo que indica que, aunque se han dado avances, la estabilidad del sector aún es frágil y está sujeta a variaciones. Por tanto, es esencial que Andalucía impulse políticas y medidas que protejan y estimulen el desarrollo industrial de la región.

La digitalización y sostenibilidad: pilares para un desarrollo sostenible

Uno de los grandes desafíos para el sector industrial andaluz es adoptar nuevas tecnologías que impulsen la competitividad y el desarrollo sostenible. Mientras que el aumento en la producción de bienes de consumo no duradero puede indicar una recuperación del consumo a corto plazo, debemos apostar por sectores de mayor valor añadido que incorporen la digitalización en sus procesos productivos.

El crecimiento de la producción de bienes intermedios (+6,6%) también señala la importancia de las industrias que suministran componentes a otros sectores productivos, un campo donde Andalucía puede destacar gracias a su capacidad de atraer inversión extranjera, mano de obra cualificada y sus capacidades logísticas. El sector agroalimentario, que constituye una parte fundamental de la economía andaluza, puede verse beneficiado por estas tendencias si incorpora tecnologías que permitan mejorar la eficiencia y sostenibilidad de los procesos productivos.

El papel del gobierno y el sector privado

Para consolidar esta recuperación industrial, es necesario que el gobierno andaluz, junto con el sector privado, trabaje de la mano en el diseño de políticas que favorezcan la inversión en innovación, capacitación de la mano de obra y la transición energética. Los incentivos fiscales, la simplificación burocrática y el apoyo a pymes industriales deben ser parte integral de esta estrategia para hacer de Andalucía un referente de la industria nacional.

Este impulso también debe ir acompañado de una infraestructura adecuada que facilite el transporte de bienes y materias primas dentro y fuera de la región. El crecimiento de los bienes de consumo duradero (+2,8%) y de equipo (+0,9%) muestra que existe una demanda interna en expansión que Andalucía debe aprovechar, tanto para el consumo nacional como para la exportación, aprovechando su proximidad a mercados europeos y africanos.

Por tanto, la subida de la producción industrial en julio de 2024 es un buen augurio para la economía española en su conjunto, y una oportunidad crucial para Andalucía. En un momento en que los mercados se muestran volátiles y las perspectivas globales son inciertas, la región debe apostar por un modelo industrial que integre la sostenibilidad, la digitalización y la diversificación. Solo así podrá consolidar su papel como motor industrial y económico en el sur de Europa, asegurando un desarrollo inclusivo y duradero para sus ciudadanos.

El crecimiento industrial de España debe verse como una señal de lo que es posible lograr con una estrategia coherente y sostenible. Ahora es el momento para que Andalucía, una tierra rica en recursos y oportunidades, lidere con fuerza esta nueva etapa de la industria española.

LA MINERÍA ANDALUZA: UN PILAR ESTRATÉGICO PARA EL FUTURO INDUSTRIAL DE ANDALUCÍA

minería andaluza

Desde Más Industria, una Asociación de la Sociedad Civil para impulsar el desarrollo industrial de Andalucía, observamos con optimismo las recientes propuestas para fortalecer la marca de la minería andaluza. Este enfoque estratégico no solo es clave para posicionar a Andalucía como un actor relevante en el sector minero europeo, sino que también refuerza el papel de la industria como motor económico de la región. La creación de una marca sólida que promueva nuestra capacidad minera es un paso imprescindible para atraer inversiones y talento cualificado. Esto será un factor fundamental en el futuro industrial de Andalucía, cuyo desarrollo no puede depender únicamente del turismo y la cultura.

En un momento de transición energética global y de creciente demanda de minerales estratégicos, la minería andaluza se encuentra en una posición única. Contamos con una abundancia de recursos esenciales como cobre, níquel, litio y tierras raras, todos ellos cruciales para el desarrollo de tecnologías sostenibles como las baterías, las turbinas eólicas y los coches eléctricos. Pero no podemos quedarnos ahí: necesitamos una estrategia que integre a nuestra minería dentro de un ecosistema industrial más amplio y que la proyecte como una actividad avanzada y tecnológicamente desarrollada.

La iniciativa de crear una marca regional del sector minero no es solo un ejercicio de marketing. Implica cambiar la narrativa obsoleta que todavía asocia la minería con altos impactos ambientales y empleos de baja calidad. La minería moderna andaluza, siguiendo estrictas normativas ambientales y utilizando tecnologías de vanguardia, debe ser percibida como una industria generadora de empleo de alto valor añadido, que contribuye directamente a la transición hacia una economía de bajas emisiones de carbono.

Cómo fortalecer la minería andaluza

Además, la propuesta de que Andalucía sea considerada una jurisdicción minera independiente en clasificaciones internacionales como la del Instituto Fraser representa una excelente oportunidad para incrementar nuestra visibilidad en los mercados internacionales. Esta distinción no solo mejoraría el atractivo de nuestra región frente a posibles inversores, sino que también fortalecería el sector industrial local al impulsar proyectos de alto impacto tecnológico.

El desarrollo de una ventanilla única para la minería y la mejora en la eficiencia regulatoria son aspectos que desde Más Industria también consideramos urgentes. La simplificación y agilización de los procesos administrativos, especialmente en lo que respecta a la evaluación de nuevos proyectos, son fundamentales para que Andalucía pueda competir a nivel global. Solo con una estructura administrativa eficaz podremos captar inversiones que impulsen tanto el sector minero como el conjunto de nuestra economía.

Andalucía no solo tiene un pasado minero rico, sino que su futuro también puede estar cimentado en su capacidad de adaptarse a las demandas globales de una industria en transformación. Pero esto no se logrará sin una apuesta decidida por el impulso tecnológico, la sostenibilidad y la mejora en las condiciones laborales y sociales que la industria puede ofrecer. Es por ello que desde Más Industria hacemos un llamamiento a todos los actores implicados, desde las administraciones públicas hasta las empresas del sector, para que se unan en el objetivo común de consolidar a Andalucía como un referente mundial en minería sostenible y de alta tecnología.

La diversificación de nuestra economía pasa por una visión integral donde la industria, y en particular la minería, sea reconocida no solo por su valor extractivo, sino como una fuente de innovación, empleo y desarrollo sostenible. Con una estrategia adecuada, Andalucía no solo podrá mantener su liderazgo en el sector minero nacional, sino que también podrá proyectarse como una potencia industrial en el escenario europeo e internacional.

Este es el momento de apostar decididamente por una industria que puede y debe ser uno de los pilares fundamentales del futuro económico de nuestra región.

Fuente: Agencia EFE

INVERSIONES INDUSTRIALES EN ANDALUCÍA, INCENTIVOS PROMETEDORES, PERO CON RETOS A RESOLVER

La reciente publicación de una nueva orden de incentivos a las inversiones industriales en Andalucía, que incluye incentivos para el desarrollo industrial, es un paso positivo hacia la dinamización de proyectos clave para la región. Estos incentivos, alineados con los objetivos de innovación, sostenibilidad y crecimiento económico, buscan fortalecer el tejido productivo andaluz en sectores estratégicos. Sin embargo, a pesar de las buenas intenciones, no podemos ignorar que hay aspectos críticos que deben mejorarse para que estos incentivos alcancen su verdadero potencial.

Uno de los puntos más preocupantes es la dotación presupuestaria asignada a esta nueva orden. Si bien es cierto que cualquier estímulo a la inversión industrial es bienvenido, la realidad es que los recursos actuales parecen insuficientes frente a las grandes necesidades del sector industrial andaluz. El crecimiento que se espera alcanzar en las próximas décadas, tanto en innovación como en empleo, requiere una mayor asignación de fondos, es algo que ya hemos visto en el primer semestre de 2024 con el aumento del 10,4% en la facturación industrial. Es esencial que el Gobierno andaluz redoble su apuesta por la industria con un presupuesto más ambicioso. Las empresas necesitan sentir que el apoyo financiero es suficiente para hacer frente a las complejidades y riesgos inherentes a proyectos de gran envergadura, especialmente en un contexto de alta competencia global.

Otro de los desafíos evidentes tiene que ver con la gestión documental exigida para la justificación de las ayudas. El sistema actual, cargado de trámites burocráticos y requisitos excesivamente complicados, desalienta a muchas pequeñas y medianas empresas que, a pesar de ser elegibles, terminan por no solicitar las ayudas. Este problema es especialmente grave para las microempresas y emprendedores, que carecen de los recursos y personal para afrontar estas exigencias administrativas. La simplificación de los procesos de solicitud y justificación debe ser una prioridad urgente. Andalucía necesita un sistema más ágil y accesible, que elimine barreras innecesarias y permita que las empresas puedan centrarse en lo que realmente importa: la inversión y el crecimiento.

Además, es fundamental destacar que las cantidades asignadas a las ayudas nos parecen insuficientes, especialmente teniendo en cuenta la magnitud de la región y las grandes necesidades que enfrenta en términos de inversión e innovación. Las pymes, que constituyen el verdadero motor de la economía andaluza, necesitan mayor apoyo, ya que tienen un acceso mucho más limitado a la financiación pública estatal, la cual suele favorecer a grandes proyectos en lugar de a las pequeñas y medianas iniciativas. El verdadero desarrollo industrial de Andalucía pasa por respaldar a estas pymes, que son las que realmente impulsan la creación de empleo y el crecimiento económico en la región.

En este sentido, es fundamental que el dinero destinado a estos incentivos se aplique de manera efectiva a proyectos innovadores y de inversión, evitando que queden desiertos debido a trabas burocráticas. Muchos empresarios ya han experimentado problemas en convocatorias anteriores, en las que, a pesar de realizar las inversiones previstas, no recibieron las ayudas prometidas, basándose en justificaciones que no resisten un análisis serio ante ninguna administración de justicia. Este tipo de situaciones deben corregirse para que el sector industrial pueda confiar en los apoyos ofrecidos y llevar adelante proyectos con seguridad y respaldo institucional.

En este contexto, la Agencia TRADE, responsable de gestionar estas ayudas, debe trabajar activamente para ganarse la credibilidad que tanto necesita. La herencia de la Agencia IDEA, cuya reputación ha sido deteriorada por numerosos problemas de gestión y escándalos, sigue pesando. TRADE debe diferenciarse con una gestión transparente, eficiente y centrada en el usuario. Solo así podrá restablecer la confianza perdida entre las empresas andaluzas, lo que es fundamental para que el sector industrial aproveche plenamente estos incentivos.

El papel de TRADE será decisivo no solo en la distribución eficiente de los fondos, sino también en la asistencia y acompañamiento que brinde a las empresas a lo largo del proceso. Si esta nueva agencia consigue ofrecer un servicio más cercano y fiable, podrá ser una pieza clave en la recuperación de la credibilidad institucional en Andalucía y en el éxito de estos incentivos.

En conclusión, los incentivos a la inversión industrial son una herramienta fundamental para dinamizar el sector y asegurar el crecimiento económico en la región. Sin embargo, no podemos quedarnos en el optimismo. El éxito de estos programas dependerá, en gran medida, de que se aumente la dotación presupuestaria y se simplifique la burocracia, permitiendo que más empresas puedan beneficiarse de ellos. Además, la Agencia TRADE debe demostrar con hechos que está a la altura del desafío, superando los errores del pasado y ofreciendo a las empresas andaluzas un apoyo real, eficaz y transparente. Solo así podremos asegurar un futuro industrial próspero para Andalucía.

ANDALUCÍA, UN FARO INDUSTRIAL EN EL HORIZONTE ESPAÑOL

aumento facturación industrial

La reciente noticia que destaca el notable aumento del 10,4% en la facturación industrial en Andalucía durante el primer semestre de 2024 en contraste con la caída del 0,7% a nivel nacional es una clara señal de que nuestra región está trazando su propio camino hacia un futuro industrial más robusto y dinámico. Este avance, liderado por una política industrial proactiva, posiciona a Andalucía como un destino clave para la inversión y un ejemplo de cómo una estrategia coherente puede marcar la diferencia.

Sin embargo, aunque estas cifras parecen prometedoras, la verdadera prueba de su impacto se verá cuando desde Más Industria publiquemos la actualización de los diez ratios clave de la industria andaluza. Esta actualización proporcionará indicadores objetivos que permitirán evaluar si esta tendencia realmente se traduce en un crecimiento sólido o si los datos han sido maquillados por la retórica política. Solo con una visión integral de todos los ratios, y no enfocándonos de manera separada en aquellos que resulten más favorables para los gobernantes, podremos determinar con precisión el estado real de la industria andaluza.

El crecimiento industrial no es casualidad; es fruto de la visión y la planificación. Bajo el liderazgo del consejero de Industria, Energía y Minas, Jorge Paradela, y en colaboración con actores privados, la Junta de Andalucía ha impulsado políticas que fomentan la inversión, generando confianza en sectores tan diversos como el aeronáutico, el energético y el tecnológico. La inversión de 22.000 millones de euros en solo dos años es un indicador contundente de que el modelo andaluz funciona, y más aún, que está destinado a crecer.

El caso del sector aeronáutico, que ha crecido a tasas superiores al 15% en los últimos dos años, es un excelente ejemplo de cómo la región ha sido capaz de reinventarse, atrayendo inversiones estratégicas y desarrollando capacidades tecnológicas que no solo generan empleo, sino que también posicionan a Andalucía como un nodo clave en la cadena de valor global.

Además, la inclusión de Andalucía en el Fondo de Transición Justa de la Unión Europea refuerza la idea de que la región está preparada para liderar en sectores emergentes. La apuesta por nuevas propuestas industriales en provincias afectadas por el cierre de centrales térmicas de carbón, como Cádiz, Almería y Córdoba, es una muestra de que el futuro de la industria andaluza no solo está anclado en la modernización, sino en la sostenibilidad. Europa quiere descarbonizarse, y Andalucía parece estar decidida a liderar esa transformación.

Sin embargo, este aumento en la facturación industrial también conlleva una responsabilidad. Mantener este ritmo de crecimiento exige seguir apostando por la colaboración público-privada, la innovación y la capacitación de la mano de obra. La creación de empleo cualificado debe acompañar el flujo de inversiones para que los beneficios del desarrollo industrial se reflejen en toda la sociedad andaluza. Las industrias del futuro, como las energías renovables, la inteligencia artificial y la economía verde, ya están llamando a la puerta, y Andalucía debe estar preparada para abrirles paso.

El Hub Aeronáutico Net Zero en Jerez, con el potencial de generar nuevas inversiones y oportunidades de empleo, es otro ejemplo de cómo la industria andaluza está marcando el compás de su propio éxito. La Junta de Andalucía ha recibido 14 propuestas de inversión para este proyecto, lo que demuestra el interés y la confianza de los inversores en el potencial de la región. El reto ahora es convertir estas propuestas en realidades concretas que sigan impulsando la economía andaluza.

En conclusión, Andalucía ha demostrado que, con una política industrial ambiciosa y bien estructurada, es posible revertir tendencias nacionales desfavorables y construir un camino propio hacia el crecimiento y la prosperidad. El reto no es pequeño, pero si la región mantiene el rumbo, podría consolidarse como un referente en el panorama industrial europeo. Es hora de que Andalucía deje de ser vista como una tierra de sol y playa para ser reconocida como una tierra de industria, innovación y futuro.

Fuente: La Vanguardia

No olvides seguirnos en LinkedIn para descubrir toda la actualidad de la industria andaluza.